J.M.G. disfrutaba de un permiso penintenciario que se le
acababa a las 21.30 horas. Sin embargo, pasada la hora, el
reo aún se encontraba en la calle y para complicar más las
cosas se involucró en una pelea. Hasta el lugar de los
hechos incluso se llegó a desplazar la Policía. Cuando
llegaron los agentes, este hombre les explicó que estaba en
la cárcel y se encontraba de permiso, aunque no había
cumplido con las condiciones del mismo.
Por ello, ayer J.M.G. estaba citado en el Juzgado de lo
Penal número 2. Se le juzgaba por un delito de
quebrantamiento de condena que reconoció y cuya pena aceptó.
La Fiscalía agregó un atenuante de arrepentimiento
espontáneo, ya que el imputado reconoció los hechos que dijo
lamentar.
Finalmente, el juez del Penal número 2 le impuso a J.M.G.
una pena de tres meses de prisión que se sustituye por una
multa de 360 euros.
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