Parte del personal está mostrando
su preocupación por saber cuál será el destino de los altos
cargos, que durante estos siete últimos años han gobernando
nuestro país.
Oiga, amigo guardia, encuentro lógica esa preocupación, pues
no sería de recibo encontrarnos en las largas colas del INEM
a algunos de estos importantes personajes, teniendo en
cuenta cuanto y bueno han trabajado para darnos una vida
mejor. Esos enormes sacrificios en beneficio de los demás
deben tener una buena recompensa.
Por eso, nada extrañar, que algunos de ellos, ministros
incluidos abandonaron sus puestos ante de que se cumpliera
todo el mandato. Otros, ante la demanda de personas
especializadas por parte de Europa, los hemos enviados a
Bruselas con un buen cargo y, por supuesto, una buena pasta
gansa. Merecido destino para todos aquellos que tanto y
tanto han luchado por le bienestar de España.
Ya lo dijo aquel, en una de las mejores películas de cine,
Casablanca, “siempre nos quedará París”. Aquí sólo basta con
cambiar el nombre de la ciudad diciendo: “siempre nos
quedará Bruselas”.
La enorme suerte que va a tener Europa, con la llegada a su
sede en Bruselas, de todos estos representantes españoles,
que van a ir a aquel lugar, para aportar toda su sabiduría y
grandes conocimientos, para enseñar a todo el resto de
Europa, como se sale de la crisis y, sobre todo, como se
crea empleo.
Pena grande para el pueblo español con la huida de estos
importantes personajes, con su marcha Bruselas. Enano, por
favor, tráeme el tarro de derramar lágrimas de emociones
fuertes. Nos hemos quedado desamparados, con la que está
cayendo. ¡Dita sean las patatas en amarillo, con pescado
frito del día anterior!!.
Como diría Santa Teresa,” vivo sin vivir en mí”, ante la
huida de estos grandes cerebros de nuestra política que, con
la misma, nos dejan totalmente sumidos en un stress, mejor
dicho en un scuatro, porque somos tres más uno, sin que
tengamos remedio farmacéutico, para poder aliviarnos.
Claro que igual, vaya usted saber, nos hemos “aliviado” con
la marcha de estos grandes cerebros de nuestra política. En
este mundo traidor nada es verdad ni mentira, todo es según
el color del cristal con el que se mira”.
Y ese cristal, las cosas como son, y lo que es, es, cuando
lo miraba lo veía todo muy negro. Quizás, la marcha de todos
estos grandes cerebros de la política hacia Brusela, haya
dado al cristal una mayor esperanza de claridad. Ya lo dijo
aquel: “cuanto menos bultos más claridad”.
Total, que por culpa culpita del asunto “de lo mío qué”, se
ha solucionado enviando a Brusela lo más “granado” de
nuestros cerebros pensantes. Ante esto tendremos que buscar
savia nueva, capaz d reemplazar, si ello es posible, la fuga
de estos cerebros privilegiados que nos han dejado
abandonados a nuestra suerte. Como diría un buen catalán,
“la pela, es la pela”. Y allí, en Bruselas, se gana una
buena pasta gansa. Poderos caballero es don dinero.
|