Es algo que se viene dando, con
cierta frecuencia, en una gran parte de la geografía
española y, por tanto, Ceuta no podía estar al margen de
esta lacra social que va arrasando todo aquello que aparece
a su vista.
Veo en la prensa local, El Pueblo de Ceuta, una noticia que
me indigna y me desagrada profundamente, por cuanto aquí no
parece que se pueda tener, en orden, nada que sirva para
todos, o para unos cuantos ciudadanos, sean los que sean.
La noticia que veía ayer en El Pueblo de Ceuta nos dice
que:”Los vándalos se ceban con la zona de Loma Colmenar y
destrozan los vallados”.
Ni que decir tiene que en todas esas acciones no iban
buscando ningún provecho propio, más bien, lo que trataban
de lograr era el deterioro de una zona que está siendo
puesta en orden para que vivan dignamente una serie de
familias. Las que sean.
A esas familias, precisamente a ellas, esos vándalos les
acaban de quitar parte de sus pertenencias, sin haber sacado
ellos, para sí, un beneficio claro, al instante.
Desde luego, no tienen vergüenza y lo que más lamento es
que, en el caso de que den con ellos, tenemos unas leyes tan
“blandas” que no recibirán su merecido, a tono con el mal
que han ocasionado.
Porque, y esto es lo que clama a todos los cielos, antes de
la apertura del nuevo vial, se rompieron elementos del
sistema eléctrico, señales de tráfico y alumbrado público.
Eso sólo lo pueden llevar a cabo unos indeseables, que, de
ninguna forma, pueden estar libres y andar sueltos por las
calles. Una buena “jaula” es lo que merecen estos “hijos de
perra” que, de un plumazo, se han cargado muchas horas de
trabajo y muchos elementos que iban a servir para que todos
pudieran vivir mejor.
Las vallas que SEPES había instalado, por recomendación de
la Ciudad, con objeto de que no se dieran ocupaciones
ilegales, en Loma Colmenar, han durado poco más de dos
semanas.
El vandalismo no se da tregua a sí mismo y tras haber
destrozado el sistema eléctrico del vial, ahora han dado al
traste con el vallado. Maldita sea la madre que los parió.
La segunda fase, pues, de urbanización de Loma Colmenar
vamos a ver hasta donde puede llegar, porque, antes incluso
de que se abriera al público el vial que da acceso a la
zona, los destrozos han llegado.
El consejero de Fomento y Medio Ambiente solicitó a SEPES,
en el momento de recibir la urbanización, que tratara de
proteger los solares, para así evitar ocupaciones ilegales
de los terrenos en cuestión, de titularidad pública.
Hay que resaltar y poner muy en claro que esas parcelas que
se habían protegido con vallas metálicas son las que están
preparadas para su uso residencial, de una forma totalmente
necesaria, mediante la promoción de viviendas de promoción
pública.
Aquí han entrado “a saco” en contra de unas personas que,
por este motivo, tendrán que esperar más a tener su
vivienda. Es intolerable.
Y es que en la carretera y la urbanización del área en que
se ha construido, la sociedad estatal de suelo ha invertido
la nada despreciable cantidad de 22 millones de euros, con
acondicionamientos de zonas verdes para el futuro, con
sendas dotadas de alumbrado público. Esto es, un
acondicionamiento a tono con lo que se necesita hoy, cuando
estamos bien metido ya en el siglo XXI.
Todo lo destrozado habrá que volverlo a reponer y, mientras
tanto, esos desalmados andarán sueltos por ahí.
|