Sin paliativos. Quizás voy dando
un poco la tabarra desde hace más de un mes, advirtiendo
sobre la islamización del Magreb y la eventual victoria
electoral de los islamistas parlamentarios del Partido de la
Justicia y el Desarrollo (PJD) en Marruecos, pero ahí está,
como la Puerta de Alcalá: clara y limpia, contundente, al
igual que un mes antes Ennahda (Renacimiento) en Túnez.
Aunque de forma cautelosa el ministro del Interior,
Cherkaoui, adelantaba ayer sábado a las 13.30 en su
comparecencia ante los medios que “de momento” el PJD “solo”
había alcanzado 80 escaños, la verdad es que escribiendo
éstas líneas siguen aflorando votos: solo en el norte, el
PJD se ha alzado con 2 diputados en Tetuán (Ahmed Boujhoubza
y si no me equivoco Bennouna), 3 en Tánger (con el
economista Boulif en cabeza), 1 en la circunscripción de
Alcazarquivir-Larache, 1 más en Xauen y, finalmente ya a las
puertas de Ceuta, otro escaño en Rincón-Castillejos. Faltan
por concretar sobre quince diputados de la lista nacional y
están por salir los escaños de la lista de mujeres y la de
los jóvenes, un buen puñado. El PJD va seguido a mucha
distancia de los nacionalistas del Istiqlal con 45
diputados, los “partidos de la Administración”, RNI y PAM,
van casi parejos con 38 y 33 puestos respectivamente, los
socialistas de la USFP aguantan el tipo (de momento 29
diputados, la verdad es que se lo han currado y el partido
de la rosa es un “clásico” a tener en cuenta), los
“harakíes” (bereberes) del Movimiento Popular (MP) lograron
22 puestos, la Unión Constitucional (otro partido inspirado
por el Estado) araña 15 diputados y, para no cansarles, los
ex comunistas del PPS (Partido Popular Socialista) han
podido enganchar 11.
¿Para echarse a temblar….? No se preocupen, la sangre no
llegará al río, Marruecos seguirá siendo Marruecos y el PJD,
por boca de sus principales dirigentes, no ha dejado de
lanzar avisos moderados y pragmáticos: ni siquiera van a
prohibir el alcohol, quizás regular más su consumo y subir
el precio, ni tampoco van a reivindicar “Al Andalus”… El
Othmani (presidente del Consejo Nacional del partido) ha
insistido siempre en mantener una excelente relación con
España, país que conoce y le gusta mientras que Abdelilah
Benkirán, en un inteligente mensaje de consumo interno y
también cara a Occidente, ha puntualizado por si hubiera
alguna duda que “La cuestión religiosa es cosa de Su
Majestad, lo nuestro es dedicarnos a los problemas sociales
y políticos”. Está claro según la Constitución recién
aprobada, que el joven soberano Mohamed VI debe nombrar
Primer ministro (Jefe del Gobierno) a una persona salida, en
síntesis, “de la lista del partido más votado”. Solo veo dos
nombres: Benkirán y El Othmani. ¿Coaliciones…?. Apuesto por
un gobierno del PJD y la Koutla (Istiqlal, USFP y PPS).
En España y Marruecos acaban de nacer de las urnas, con
escasos días de diferencia, dos partidos con amplia mayoría
(absoluta en el caso del PP), conservadores y con fuertes
referencias religiosas, cada uno a su modo: islámica-sunní
el PJD y cristiano-católica (está en sus estatutos) el
Partido Popular. Por lo que sé, puede haber cierta sintonía
pues aunque el ex presidente Zapatero era un “compañero de
viaje” bien recibido, de hecho los marroquíes despreciaban
en cuanto musulmanes su ideología. El Presidente Rajoy
debería ponerse ya las pilas: después de acudir a Bruselas
en un viaje técnico (economía obliga), su primer viaje
oficial debe ser sin duda, manteniendo por lo demás la
tradición, al Reino de Marruecos. Y desde ya, tender puentes
con el PJD. En la sede de los Naranjos estarán encantados
con ello. Se lo aseguro. Visto.
|