PORTADA DE HOY
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OPINIÓN - SÁBADO, 26
DE NOVIEMBRE DE 2011 |
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OPINIÓN / ANALISIS |
El estigma de la violencia
de género
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Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
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Ayer se celebró en Día
Internacional contra la Violencia de Género y nos abrumaron
con todo tipo de estadísticas, en lo que va de año han
muerto 54 mujeres a manos de sus parejas, 5.403 hombres
cumplen condena actualmente por violencia de género y
podemos definir los años más negros de este tipo de delitos
el 2008 con 76 víctimas y el 2009 con 73. Si la Ley del año
2003 consiguió comenzar a cambiar la mentalidad femenina
ante los abusos en el ámbito del hogar y desde entonces
hasta hoy se van cumpliendo progresivamente los objetivos de
que la mujer pierda el miedo a denunciar al saberse apoyada
por las Instituciones en particular y por la sociedad en
general, la mentalidad del maltratador parece más difícil de
cambiar. Son comportamientos arraigados por siglos de
superioridad del varón sobre la mujer, de control y de
dominio absolutos. No podemos olvidar que hasta el año 1961
se mantuvo en este país la figura del “uxoricidio” como
circunstancia eximente de la responsabilidad criminal del
esposo o del padre en caso de asesinato de la esposa o de la
hija “por honor” caso análogo a esos “crímenes por honor”
aún existentes en determinadas culturas. Han sido
generaciones de potenciación del machismo más acérrimo que
algunas veces es dimanante de hombres con serios problemas
psiquiátricos aunque, preguntado el admirable y admirado
doctor Rojas Marcos, Director General de Salud mental de
Nueva York sobre si los maltratadores podrían considerarse
genéricamente como enfermos mentales, el psiquiatra lo negó
afirmando que, en efecto se dan casos de individuos con
problemas psiquiátricos graves, pero que también existen
“seres perversos” es decir, personas, sencillamente “malas”
y que no todos los “perversos” pueden ser considerados
locos, psicópatas o sociópatas.
¿Se dan cuenta de que en esta sociedad donde siempre se
tiende a positivizar en plan idílico se estudia muy poco la
maldad? En caso de seres perversos la corrección política
tiende a buscar traumas de pasado o enfermedades mentales
cómo una especie de excusa a la perversidad, pero Rojas
Marcos, que algo sabrá del tema dice que no, que ni traumas
ni insanías, que es cuestión de la propia naturaleza y que
un ser perverso puede haber tenido una muy buena vida y
estar perfectamente sano según la psiquiatría. Así parece
que muchos comportamientos perversos son al individuo como
el color de los ojos o sus facultades naturales para la
música, son condiciones adscritas. De ahí el incremento de
adolescentes que maltratan a sus parejas hasta el punto de
que las jóvenes piden ayuda al famoso 111116.
Que un adulto ejerza violencia contra su esposa puede a
veces achacarse a la mala educación recibida, a vestigios de
un pasado no tan remoto de exacerbación del machismo, pero
en pleno siglo XXI, sobreinformados de mensajes y
advertencias, con los medios de comunicación entregados a
campañas impactantes contra la violencia de género, con las
enseñanzas en las escuelas acerca de la igualdad, ante una
sociedad que rechaza este tipo de comportamientos, que
jóvenes comiencen a maltratar desde la adolescencia es muy
preocupante. Y no porque las campañas, talleres, seminarios
y eslóganes no sean capaces de calar con fuerza en el
espectro social, sino porque evidencia el enorme vacío que
existe en España en lo referente a la psiquiatría infantil y
juvenil ya que tan solo un especialista puede determinar
mediante complejas pruebas diagnósticas si nos encontramos
ante un enfermo o tan sólo ante un perverso hijoputa. Al
enfermo se le medica y se siguen tratamiento y terapia, pero
al perverso no se le puede medicar, únicamente tratar de
reeducar haciéndole comprender que su comportamiento es
delictivo, que lleva aparejada una pena y que acabará siendo
perverso con su compañero de celda en prisión que es el
lugar que le corresponde por derecho propio.
Y con el cambio es previsible que esta regeneración también
alcance a las leyes de violencia de género y las modernice
haciéndolas igualitarias, suprimiendo el “genero” para
sustituir la violencia doméstica como fenómeno que afecta
mucho más a las mujeres que a los hombres, pero que las
leyes han de amparar a ambos sin exclusión si son víctimas
de idéntico delito por aplicación del Principio de Igualdad
que aparece en el artículo 14 de la Constitución. Dentro de
las reformas habrá de contemplarse dentro del tipo delictivo
de la denuncia falsa una agravante específica si esta
denuncia es por hechos que aparecen reflejados como
violencia doméstica para erradicar absolutamente cualquier
tipo de denuncia por malos tratos interpuesta con fines
espureos para agilizar un divorcio o expulsar al cónyuge de
su hogar y que posteriormente, resulte falsa. Porque
instrumentalizar la sangre de las víctimas y las leyes que
protegen a las víctimas y usarlas en propio interés
falseando la realidad es infinitamente más grave que la
falsedad en la denuncia de cualquier otro delito. Sean estos
supuestos o supuestos distintos lo que es evidente que tanto
la denuncia falsa como el falso testimonio van a endurecerse
notablemente en la próxima reforma del cambio. Tanto como la
dureza en la persecución de los maltratadores, pertenezcan
al género que pertenezcan con la respuesta igualitaria que
la sociedad demanda para estos delitos.
Ayer fue un día intenso, lleno de testimonios, pero hoy es
otro día, el problema está y vamos por 54 víctimas mortales
de las que tan sólo 14 se habían atrevido a denunciar con
anterioridad.
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¿Y que sucederá en “el
cambio” con la
pamplinera ley anti-fumadores? |
Que el fumador no tiene derecho a
hacer que nadie “se trague” su humo es un extremo que nadie
puede discutir. Pero que el fumador tenga el legítimo
derecho de tragarse lo que le salga de las pelotas también
entra dentro de las libertades consagradas por la
Constitución. ¿Y por qué la sañuda persecución del gobierno
zapateril “que Dios no tenga en su Gloria” contra el tabaco?
Pues por la vieja táctica de “la cortina de humo” de
inventarse una polémica gratuita para hacer que la atención
de la ciudadanía se centre en ella. De hecho, ya campeaba la
crisis, la mitad de los hogares españoles habían sido
víctimas de robos por parte de bandas extranjeras, aumentaba
el paro, cerraban las empresas, España recibía a un tipo de
inmigración europea que era propiciada por sus propios
países a emigrar y que llegaban para formar asentamientos y
aumentar la delincuencia (individuos con 400 detenciones a
fecha de hoy siguen robando día tras día), el consumo de
alcohol experimentaba un notable incremento entre los
jóvenes, se perseguía a la religión (cristiana para
perseguir a otros no tenían huevos), se montaban
macrooperaciones policiales para pasear a los imputados ante
las cámaras en el apogeo de la “pena de telediario”,
tuvieron que legislar de prisa y corriendo para que atacar a
los maestros y a los médicos se considerara atentado contra
la autoridad después de cien hechos sangrantes, pero...¡El
tabaco era el auténtico “coco” y el mayor problema
nacional!. Lógico porque no podían detener de nuevo ante las
cámaras a Isabel Pantoja, hubiera sido un poco mosqueante.
De hecho nadie puede acusar al gobierno zapateril ni a
Rubalcaba de no ser los mejores en tramar maniobras de
despiste. ¿Y con qué coincidió la Malaya? ¡Con el Faisán!
¡Cuanto ingenio! ¡Y cuantas arbitrariedades que enmendar y
trapos sucios que sacar a la calle les quedan a Rajoy y a su
equipo!. ¿Y la ley anti-tabaco? Un año antes se ordenó a los
hosteleros que acotaran las zonas de fumadores para que la
gente pudiera fumarse su cigarro haciendo tertulia, tomando
café y sin polucionar. Ingente desembolso, petición de
créditos para blindar con carísimos cristales las zonas de
fumadores y dotar a las peceras de sistemas de aire
acondicionado y salidas de humo, los de bares y restaurantes
siguen aún hoy pagando el crédito del blindaje. Pero a los
cuatro días, con la falta de sensibilidad y de empatía que
caracterizaba a esos tenebrosos, dan otra vuelta a la
tuerca, quieren hacer alarde de “progresía” y demostrar que
están “a la última” y prohiben el tabaco hasta en en el coro
al caño y del caño al coro de la señora ministra. ¿Y qué
pasa con los gastos de los blindajes? Les da igual. Los
hosteleros se sublevan, piden establecimientos para
fumadores, dejan fumar y les arruinan a multas.
¿Compensación? Cualquier chica o chico de 18 añitos puede
arrimarse a la barra de un mar y beber hasta acabar saliendo
a cuatro patas, pero no fumarse un cigarro. ¿Y cuando les
decían que muchos malos tratos tienen su raíz en el alcohol
pero que nadie se fuma un Chester y ataca a su mujer? Les da
igual, para preocuparse hay que pensar y los tipos a quienes
hemos conseguido echar consideraban esa tarea del
pensamiento como algo excesivamente complicado y arduo ¡Que
Dios les confunda y que no se vayan de rositas!. Para
emborracharse hasta llegar al coma etílico no hay
restricción, ahí están los bares o la casa de uno porque
nadie va a controlar la compra de bebidas. Pero fumar mata.
El alcohol no, el alcohol vivifica y es una cultura. El
cigarro en los postres no es una cultura. Cultura es lo que
han estado haciendo los responsables de la Sociedad de
Autores totalmente descontrolados y cultura son los ERE. Y
también meterse en obras faraónicas de aeropuertos de
provincias que han movido millones y millones de euros, que
no tienen uso práctico y donde, por supuesto, estaba
prohibido fumar ¡Faltaría más! Porque en la barra del bar
del aeropuerto o en el mismo avión el alcohol es libre y la
puedes agarrar y liarla, pero el tabaco es la perdición y
además causa enfermedades. El alcohol es muy sano y nadie
enferma por emborracharse a no ser que esté borracho y fume
y entonces se pone malo y encima si vas a una botica y
quieres un antibiótico porque te sale del forro de las
pelotas tomarlo para la garganta porque con la borrachera
has dormido en un bando y tienes anginas no te lo dan. El
Gobierno controla y dispone lo que los ciudadanos podemos o
no podemos tomar ¿Y este es el estado de las libertades?
Todo ha sido muy policial y muy coercitivo. Como sigue
siendo. Ahora me voy directa a comisaría porque un amigo que
tiene una orden de alejamiento estaba tomándose una copa con
unos compañeros en un bar, ha entrado la ex, le ha puesto
una denuncia (en el resto de España no pasan estas cosas
porque es imposible) y la policía le ha detenido porque la
ex ha entrado en el bar y resulta que el pobre hombre estaba
allí tomándose una cerveza. ¡Y que conste que estaba sin
fumar!. ¿A que hay muchas cosas que tienen que cambiar?
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