La causa que tenía abierta E.A.L. desde 2005 por un delito
de daños a Emvicesa se resolvió ayer con una multa de 90
euros y la indemnización a la empresa con 572 euros. Los
hechos ocurrieron hace seis años cuando la vecina fue a
denunciar una irregularidad en las adjudicaciones, según
ella. En ese momento se enzarzó con varios funcionarios y
rompió una mampara, delito que ayer reconoció en el Juzgado
de lo Penal número 1.
Seis años es lo que ha tardado en llegar a los Juzgados la
causa contra E.A.L. por un delito de daños por romper un
cristal en las instalaciones Emvicesa tras discutir con
varios funcionarios. Ayer, la imputada se sentó en el
banquillo de los acusados para responder por los hechos que
ocurrieron el pasado 5 de octubre de 2005, hacia las 11.00
horas, cuando acudió a la sede de la sociedad municipal
vivienda a recoger la llave de la nueva Vivienda de
Protección Oficial que se le había adjudicado en la
promoción de República Argentina.
Hasta entonces, ella había estado viviendo en Las Caracolas,
en la barriada Príncipe Felipe. Sin embargo, la imputada no
se quedó satisfecha con la nueva casa y denunció un
incumplimiento en la adjudicación de la vivienda, lo que que
hizo que E.A.L perdiera los nervios. La imputada se enfrentó
a los funcionarios y en medio de la disputada golpeó una
mampara de las instalaciones. El resultado fue un cristal
roto y varias heridas en su mano.
Tras el suceso, Emvicesa, que por aquel entonces estaba
dirigida por Francisco Márquez, denunció a la mujer por un
delito de daños y otro de vejaciones. En su momento, se
acusó a E.A.L. de amenazar de muerte a varios funcionarios.
No obstante, durante la vista oral, que tuvo lugar ayer en
el Juzgado de lo Penal número 1, la acusación particular
retiró el cargo de vejaciones.
Finalmente, y tras seis años en los que la causa pasó de ser
una falta a un delito, por superar los daños los 400 euros,
la mujer fue acusada de un delito de daños por el que tendrá
que afrontar una pena de multa de 90 euros, además de pagar
el valor en el que se cifran los daños (572 euros) a menos
que llegue a un acuerdo con la sociedad municipal. Una pena
que se ha visto considerablemente rebajada por el atenuante
de dilaciones indebidas que han retrasado la vista. En caso
de incumplimiento, E.A.L. podría perder su casa, aquella que
le adjudicaron en República Argentina, donde vive
actualmente con su familia.
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