La ciudad fue ayer protagonista de las dos primeras
conferencias ofrecidas en el marco de las V Jornadas de
Arquitectura y Urbanismo del Instituto de Estudios Ceutíes
(IEC), que se desarrollan por las tardes y hasta mañana
viernes en el Salón de Actos del Palacio Autonómico. El
profesor de la ETS de Arquitectura de Madrid Darío Gazapo
habló acerca del paisaje cultural del Estrecho y de la
importancia de Ceuta en este ámbito. Por su parte, el
arquitecto municipal, Javier Arnáiz, explicó la historia de
la barriada del Príncipe y el desarrollo del Plan de
Urbanización que dirige. El patrimonio cultural centra las
dos ponencias de hoy.
Ceuta y el Estrecho fueron ayer los protagonistas en la
inauguración de las V Jornadas de Arquitectura y Urbanismo,
organizadas por el Instituto de Estudios Ceutíes (IEC). La
conferencia inaugural, a cargo del arquitecto Darío Gazapo
de Aguilera, llevaba por título ‘Desplazamientos en el
Estrecho’, y a continuación intervino el arquitecto
municipal de Ceuta, Javier Arnáiz, con una ponencia sobre el
Plan Especial para el Príncipe, del cual es director.
Gazapo es responsable del Departamento de Proyectos
Arquitectónicos de la Escuela Técnica Superior de
Arquitectura (ETSA) de Madrid y coordinador de la línea de
investigación ‘Acciones en el Paisaje Contemporáneo’ del
grupo de investigación Paisaje Cultural y está especializado
en la rehabilitación paisajística del territorio, asunto al
que dedicó su conferencia. Tal como explicó a este diario
antes de su intervención, en el master de arquitectura del
que es director el Estrecho de Gibraltar es ámbito a
estudio, un espacio “complejo” para el que los alumnos
podían ofertar “otra forma de mirada en cuanto a la
concreción de su paisaje”.
En este ámbito, Gazapo considera que Ceuta tiene un papel
“absolutamente protagonista en cuanto a las nuevas formas de
entender las relaciones transnacionales, de comunicación,
basadas en un paisaje no ya puramente geográfico sino en
medios digitales que nos proyectan hacia ámbitos mucho
mayores que en los que realmente nos movemos”. Esta línea de
estudio ha dado lugar a cinco aproximaciones, “unas basadas
más en la memoria, otras en la observación de los medios
técnicos o en la transferencia de energía”, con los que se
intenta “componer la complejidad del paisaje del Estrecho”.
Para el profesor, la ciudad autónoma es “uno de los polos en
torno a los cuales giran esas posibles transformaciones”.
La importancia de Ceuta
La conferencia de Gazapo trataba de ofrecer una “mirada
desde fuera” de la realidad del Estrecho y también de Ceuta,
“un lugar que está en el margen y al estarlo, historicamente
ha sido un punto de referencia”. A su modo de ver hoy Ceuta
“retoma una importancia estratégica básica para entender las
nuevas relaciones y las nuevas formas de restituir el
paisaje”, para los arquitectos, “un dispositivo fantástico
para lanzar la imaginación y pensar en otras claves
diferentes”. “Toda la casuística sociopolítica que nos rodea
nos obliga a replantearnos la visión de nuestra propia
identidad”, agregó Gazapo, para señalar que Ceuta es “un
lugar especialmente singular porque es generador de una
serie de tensiones, en sentido positivo -apuntó-, que hacen
que la convivencia de diferentes naciones, de diferentes
formas de trabajo y formas sociales la conviertan en un
ejemplo paradigmático de lo que puede ser el futuro”.
Por su parte, Javier Arnáiz, habló sobre la arquitectura y
el urbanismo en el Príncipe como ‘un compromiso ético de
responsabilidad’. El ponente estructuró su intervención en
dos partes, la primera de ellas, sobre geografía e historia,
para “explicar el lugar” y que ilustró con planos antiguos e
imágenes de las piezas de arquitectura más interesantes de
la barriada, en concreto, del fortín que da nombre al
Príncipe Alfonso, de la iglesia y de los restos romanos de
Arcos Quebrados. De este modo, Arnáiz expuso, “la falta de
urbanismo” en la zona hasta el Plan General del año 92 y el
desarrollo de los planes especiales y proyectos de
urbanización actuales.
Arnáiz ve el Príncipe como las piezas de un juego ‘Lego’
“más o menos sueltas” que hay que “montar en un chasis, que
en el caso de la urbanización son las infraestructuras”.
Arnáiz destacó que en esta barriada se está tratando de
hacer una arquitectura “absolutamente social, en la que no
hay héroes ya en los arquitectos, sino un compromiso de
resolver temas prácticos”.
Para Arnáiz existe un “compromiso ético” con el Príncipe
porque ha servido de “desahogo del barraquismo en la zona de
la Almina”, y de no haber existido, esta zona no sería lo
que es ahora, un lugar con las piezas de arquitectura de art
decó, modernismo y regionalismo más importantes que tiene
Ceuta”. “Lo que queremos es que ese barraquismo que
evolucionó desde la chabola de madera al hormigón tenga
ahora un chasis de infraestructuras “.
Plan del Príncipe
Arnáiz habló después del primer plan que ordenó la zona, el
del 92, y del desarrollo “escalonado” de las 13
intervenciones apoyadas en el proyecto de urbanización, en
la actualidad “parado” por los procesos electorales, pero
que ha de continuar “para que esa escombrera de barracas se
convierta en un barrio más con sus dotaciones”.
|