Del mismo modo que el ICD acabó por disolverse, el Gobierno
de la Ciudad Autónoma insiste en estudiar un mejor futuro
para sus cuentas, evitando duplicidades y adelgazando la
cuenta pública para obtener mayor eficacia. De ahí que ahora
sí, azuzado por los tiempos que corren y con la consigna de
‘apretarse el cinturón’, el Gobierno local puede decidir la
disolución de algunas sociedades a lo largo del próximo año
2012.
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