Escribir, como vulgarmente se
dice, a toro pasado lo hace cualquiera. Es lo más fácil del
mundo. Por supuesto habrá quienes, unas vez conocidos los
resultados finales de las elecciones, se apunte el tanto de
que él lo sabía, pero ese conocimiento que dice tener, no lo
había dejado plasmado en ningún lugar. Ya lo dijo aquel,
“hay gente pá to”.
Lo difícil es adelantarse y dejar escrito lo que iba a
suceder, antes de que sucediera, que es el caso que nos
ocupa, puesto que en esta misma página, donde cada día se me
deja ejercer mi derecho a opinar, avancé lo que iba a
suceder, antes que sucediera
En esa página de opinión, habíamos escrito con bastante
antelación a que sucedieran los hechos, más o menos, los
resultados de estas elecciones. Resultados que, por cierto,
estaban más cantado que “macarena”. Lo que no es ninguna
genialidad haberlos acertados antes de que se diesen los
resultados finales de la misma.
Cuando se celebró el debate entre los dos candidatos, Pérez
Rubalcaba y Mariano Rajoy, desde aquí dijimos, y escrito
está, que el candidato socialista, me pareció un buen
periodista entrevistando al presidente del Gobierno.
Me dio la sensación, analizándole como profesional del
medio, escrito está en la misma página que Pérez Rubalcaba,
no tenía mucha fe en lo que estaba diciendo, pues es causa
inequívoca que cuando a alguien le tiembla la voz, ante un m
micro, está poniendo en duda lo que está diciendo, sobre el
asunto que se trate.
Y seguimos diciendo, en esa misma página, y en ese mismo
articulo de opinión, que la campaña que se le estaba
haciendo al candidato socialista no era la más adecuada.
Lógicamente para quienes eran los encargados de llevar a
cabo esa campaña seria, sin duda alguna, la más adecuada.
Opinión contraria a la que yo mantenía en ese articulo,
basándome en que recurrir al sistema del miedo, a esa
palabra, que como la canción esa que dice, “de tanto usar el
amor se nos acabó. Ese recurso era un gran error.
Pues igual de tanto usar esa palabra de “que si entra la
derecha nos van a caer todos los males del mundo mundial”.
Les ha pasado como la canción del amor, que de tanto usarla,
se les acabó.
Y se les ha acabado, precisamente, porque esa frase está
caducada desde hace muchos años. El personal vive en el
siglo XXI, y ya nadie se cree que esa derecha, llamada
despectivamente “la derechona” exista. Ya no hay, un dios
que se crea que, con su llegada, se van a comer a los niños
crudos.
De Ia misma manera dijimos que extraer a la campaña, la
participación de Felipe González y Alfonso Guerra, no les
iba a reportar un mayor número de votos, para tratar de
recortar distancia a los populares.
No escribimos a toro pasado, lo escribimos mucho antes de
conocer los resultados finales de la campaña. Y lo escrito,
escrito queda. Sólo me resta felicitar a los populares por
su victoria y decirle a los socialistas, que hagan un
congreso lo antes posible para encontrar al líder que
necesitan y que, por supuesto, no creo que sea Pérez
Rubalcaba, después del debacle que ha tenido en las urnas.
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