Los excepcionales resultados
electorales cosechados por el Partido Popular en el día de
ayer son muestra inequívoca de la madurez democrática de una
ciudadanía que ha rechazado categóricamente la gestión
desarrollada en los últimos años por el Ejecutivo socialista
liderado por José Luís Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez
Rubalcaba así como, los planteamientos ofrecidos en una
campaña electoral argumentada exclusivamente en sus ya
tradicionales acusaciones en relación a los peligros del
regreso de la “derecha” al Gobierno de España por tanto, a
partir de ahora este tipo de planteamientos tan solo
podremos encontrarlos en las hemerotecas.
Los ciudadanos hemos respondido desde el pleno
convencimiento de que las cosas se pueden hacer mejor y por
supuesto, desoyendo totalmente las acusaciones vertidas
hacia una formación política experimentada en la acción de
Gobierno que ya demostró su capacidad de trabajo al
solventar, tras alcanzar el Gobierno de la nación en las
Elecciones Generales de 1996, los problemas generados por el
gobierno anterior. Los españoles, pese a las críticas
vertidas desde las filas socialistas, recordamos aún como el
primer Ejecutivo del Partido Popular reactivó nuestra
debilitada economía, favoreció con esta la disminución de la
alta tasa de desempleo existente y con ello, afianzó un
deteriorado Estado del Bienestar en el denominado “milagro
español”. Frente a las críticas y las acusaciones,
propuestas reales y factibles que han devuelto la confianza
y la esperanza a una ciudadanía huérfana desde hace años.
Por contra, los paupérrimos resultados electorales
cosechados en el día de ayer por el partido socialista
demuestran claramente el convencimiento generalizado de una
ciudadanía respecto al protagonismo de esta formación
política en las graves consecuencias que la crisis nos ha
provocado mientras otros estados miembros de la Unión
Europea comenzaron su reactivación socio económico hace
meses. Las cifras dadas a conocer en los últimos meses
evidencian la magnitud de las desafortunadas decisiones
adoptadas por unos dirigentes políticos, que olvidaron hace
muchísimo tiempo sus idearios políticos. Quizás sea el
momento de recordarles que las siglas del partido socialista
también incluyen dos términos preponderantes olvidados
completamente en los últimos años; socialista y obrero.
En definitiva, los ciudadanos hemos decidido desde el
compromiso un cambio de rumbo en la dirección política del
país, los españoles hemos otorgado mayoritariamente desde el
compromiso nuestra confianza a un proyecto ilusionante con
nuestro futuro y al mismo tiempo, hemos mostrado nuestra
disconformidad con la gestión desarrollada durante estos
siete años por un Ejecutivo socialista que nos ha llevado a
los vagones de cola de la Unión Europea. Sin ninguna duda,
los españoles hemos dictado sentencia otorgándole la
Presidencia del Gobierno al Partido Popular de Mariano Rajoy.
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