Aunque sea con el paraguas en la
mano. Es un derecho que poseemos y sólo cuando alguien ha
pasado una gran parte de su vida, sin poderlo hacer, es
cuando se da cuenta de lo que vale poder tomar parte uno en
la elección de sus propios representantes.
Días como hoy son valorados de forma muy diferente, según
por quien los enjuicie, y yo creo que la juventud que ha
nacido, además de con el teléfono móvil y el ordenador, con
la posibilidad de votar, en europeas, municipales,
autonómicas o generales, no acierta a comprender, de verdad,
lo que se echa de menos el no ser tú quien elige a tus
representantes, sino que te los den elegidos ya, a dedo, o
por ciertos méritos que uno no acaba de entender.
Los pronósticos del tiempo no nos lo ponen demasiado cómodo
hoy, por aquello de que el agua será la que nos acompañe a
lo largo del día, hora tras hora. Sin embargo, la lluvia no
debe ser ningún tipo de excusa, más bien puede ser el
acicate que te haga salir de casa pronto, si es que por la
mañana temprano llueve menos, para poder cumplir con tu
principal derecho de hoy.
Muchas horas de por medio, seguro que tranquilas, la mayor
parte de ellas y al final del día, a partir de las ocho y
media de la tarde ya llegarán las primeras pinceladas del
recuento que nos irá poniendo en situación.
Al final, y eso sí que es curioso, no habrá nadie que haya
perdido, todos suelen mirar los resultados, al menos cara al
exterior, como algo positivo, los que ganaron, también
positivo los que no ganaron pero con el descalabro que fue
menor de lo esperado y consideran superpositivo cuando un
grupo pasa de tener dos representantes a cuatro.
Esto es lo que se “vende” cara al exterior, pero la pregunta
que, de verdad, tenemos que hacernos es ¿Y qué se mueve
entre las bambalinas?. Eso ya es otro cantar.
A mí, particularmente, me gustaría poder estar filmando
todos los entresijos de esta noche en la calle Ferraz, por
ejemplo. Es un decir, si se cumplen los pronósticos
anticipados, o en Génova, si es que los resultados no
llegaran a la altura que se están aireando.
En un lugar y en el otro, incluso los abrazos no serán muy
sinceros, si no se han logrado los objetivos de ganar, o de
ganar con una mayoría aplastante, para no depender luego de
nadie.
Hace muy pocos días veíamos ciertos “mimitos” entre un
primer espada, de uno de los grandes partidos, en liza, y
una correligionaria del mismo que veinticuatro horas antes
ya se postulaba, para ser ella ... ¿?. Viendo la escena, en
la televisión parecía que aquello era el territorio de
Jauja, hurgando por detrás, está claro que, cada “mimito”
llevaba un dardo envenenado. No hay más.
Hoy 20 de noviembre es una fecha muy en relación con el
cambio, un cambio que comenzó a deshojarse hace 36 años y un
cambio que, si no fallan los sondeos, podría comenzar a
darse, desde esta misma noche.
El 20-N, por haber sido, en su día, el final del régimen del
General Franco, no es recordado por ciertos sectores, para
nada. Este 20-N con la democracia, únicamente amenazada por
la crisis, puede ser el punto de arranque del verdadero
enfrentamiento a esa crisis, pero enfrentamiento a ella con
unos métodos serios, solventes y muy apartados del constante
parloteo, para llenar espacios y sin ningún sentido real. No
me queda alguna duda, hoy hay que ir a votar.
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