Un amigo, de esos que siempre
preguntan algo, me ha parado para preguntarme qué quiénes
son los que pagan la campaña electoral. La pregunta, en
verdad, no me a sorprendido lo más mínimo pues aún hay
muchos que no se han enterado que las campañas de los
partidos, que se presentan a la elecciones, las pagamos
todos los contribuyentes.
Por eso, en muchas ocasiones he escrito, no entender por qué
razón hemos de pagar, de nuestros escuálidos bolsillos, las
campañas electorales que, además nos cuestan un buen dinero.
Con respecto a esto de pagar las campañas electorales, sigo
en mis trece de que deberían hacerse como en los EE. UU,
donde los partidos que se presentan a las elecciones,
realizan cenas, festivales con actuaciones de artistas
pertenecientes o simpatizantes del partido, recibiendo
donativos de aquellos que les interesa que la victoria la
consiga un determinado partido, al que apoyan co su dinero.
Ya se sabe que cada uno pueda hacer lo que le venga en ganas
con su dinero, apoyar a un partido político o jugárselo en
cualquier casino.
Con éste sistema, las campañas de los partidos políticos que
se presentan a unas elecciones en los EE. UU, no le cuesta
un euro aquí debería decir un dólar, a los contribuyentes
americanos que votan a quienes les vienen en ganas, sin
tener que darles de sus bolsillos un sólo dólar a partidos
que nos les interesa que saquen diputados.
Porque esa es otra, con el dinero de todos los
contribuyentes que somos los que les pagamos la campaña, a
todos los partidos políticos, después algunos de ellos
pactan con otros a los que no les daríamos un euro para que
nos gobiernen pero que, sin embargo se están aprovechado del
dinero de los contribuyentes al entrar en el reparto de
poderes.
Pues aquel partido que no ha sacado nada para gobernar, al
realizar el pacto, ofreciendo sus votos, siempre pide algo a
cambio, por la entrega de esos votos, que le son necesarios
al otro partido para poder gobernar Y en ese algo, sin duda
alguna, está una parcela de poder.
Aclarado esto a mí amigo que, tengo que decir y digo, se ha
quedado, como el que se tragó el cazo. Sigo insistiendo que
el que quiera que gane un partido político por estar más
cerca de sus ideas o por aquello “de lo mío, qué”, tiene la
solución en sus manos, hacer como se hace en los EE. UU,
acudiendo a esas cenas, a esos festivales o simplemente dar
un donativo para que puedan hacer la campaña, sin necesidad
de que el resto de los españoles, tengamos que rascarnos
nuestros escuálidos bolsillos, cada vez que tiene lugar una
campaña.
La razón es muy sencilla, si quiero ser socio del Madrid o
del Barcelona, tengo que rascarme el bolsillo y pagar el
correspondiente abono, que me da el derecho de presenciar
los encuentros que juegue mí equipo favorito en su campo.
O sea, con claridad meridiana, el que quiera prestar su
apoyo a la campaña de cualquiera de los partidos políticos,
que aporte su contribución rascándose su bolsillo, pero que
a los contribuyentes no nos cueste ni un sólo euro ¿O no?.
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