Encrucijadas de género’ es el título del taller que ayer
impartieron conjuntamente las escritoras María Antonia
García de León, que se encargó de la conferencia inaugural,
y Laura Freixas, quien analizó algunos textos de escritoras
que reflejan como, a veces de formas “muy sutiles”, la
“cabeza moderna” está condicionada por el “corazón
patriarcal” que “todavía” tienen las mujeres. Freixas, que
es presidenta de la asociación ‘Clásicas y modernas’
(Asociación para la igualdad de género en la cultura),
explicó durante su entrevista con EL PUEBLO que le intriga
el futuro de España. “Me preocupa hacia donde va el país.
Creo que el PSOE ha dado grandes avances en esa dirección,
motivo por el cual le estoy eternamente agradecida y le voy
a seguir votando; pero tenemos una igualdad formal y a nos
queda mucho para al igualdad real”, apuntó la escritora.
Además, Freixas presentó ayer su última novela, ‘Los otros
son más felices’. “Este libro recoge una reflexión
intemporal sobre el hecho de que idealizamos a los demás, de
que realmente cuando los miramos no vemos a los demás, sino
que vemos lo que nosotros llevamos dentro, usamos a los
demás como una pantalla donde proyectamos nuestras fantasías
y les atribuimos todo aquello que a nosotros nos gustaría
tener y no tenemos”, apunta la escritora, quien explica que
esta novela narra el recorrido de un personaje “que termina
dándose cuenta de que esa imagen tan maravillosa de los
otros esconde muchas mentiras, muchas sombras y muchas cosas
no confesadas”.
Freixas sitúa su novela en el último tercio del siglo XX,
“la España que pasa de ser un país muy gris, muy
provinciano, a ser un país mucho más culto y cosmopolita”.
Este contraste lo representa en dos familias, “una de clase
media baja castellana madrileña, con sus raíces en el
pueblo, y otra catalana, de ciudad, mucho más culta,
centrada en un hombre que es pintor”. La escritora reconoce
que esta novela y esas familias que recrea tienen muchos
tintes autobiográficos. “No en el argumento, pero sí en los
personajes y escenarios”, explica Freixas.
“En esta novela me he centrado en ese contraste social y
lingüístico, pero también en ese gran tema, poco explotado
por la literatura debido a que esta la han escrito
básicamente hombres, y es un tema que ellos no conocen, y
que es las relaciones entre mujeres: la amistad, la
rivalidad, la admiración. La literatura ha hablado mucho de
amigos hombres y de padres e hijos, pero se ha olvidado de
madres e hijas y de amigas”.
Por último, la escritora resaltó el valor de la literatura
coetánea al individuo, de la que apuntó que “no debe olvidar
la función que tiene de reflejar y representar el presente”.
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