Debate abierto en una tertulia
sobre las opciones que podrían barajarse en el supuesto de
que todos los participantes fuéramos de una izquierda
moderada declaradamente socialdemócrata, al ponderado estilo
alemán o del laborismo inglés. Y al hablar de “moderada” se
excluyen las opciones comunistas por tener una ideología
marxista y los presentes estábamos de acuerdo en que, el
marxismo, constituye la mayor involución de la Historia, así
que jamás votaríamos a Izquierda Unida ya que no se ajusta a
los esquemas propuestos. Lógicamente la opción restante para
el socialista moderado debería ser el PSOE, pero habida
cuenta de la nefasta trayectoria del partido de Rubalcaba en
los últimos años, cuando nos referimos al que fuera partido
de Felipe, de Guerra o del profesor Tierno Galván, lo hemos
de hacer desde la perspectiva de que nada queda de aquella
formación ya que se han ido radicalizando progresivamente y
no nos referimos en estos momentos a la ignorancia en
materia económica, supina se coja por donde se coja, sino a
supuestos infinitamente más graves y sobre los que se está
pasando de puntillas en la actual campaña electoral, como
son los relativos a la dependencia total de policías, jueces
y fiscales de los intereses políticos, por más espureos y
aberrantes que estos fueran y al absoluto descrédito al que
han llegado las instituciones. Así los grandes Principios
Constitucionales han quedado desvirtuados y el Tribunal
Constitucional ha perdido toda su credibilidad. Rectifico
con una noticia claramente esperanzadora, tras haber
contemplado en los telediarios la furia de los Fiscales
Anticorrupción en las grandes operaciones tipo Malaya,
Gurtel, Ballena Blanca, Galgo y demás montajes de la era
Rubalcaba, donde “todos” eran detenidos y exhibidos ante las
cámaras y nunca se planteó el absurdo de invocar el
Principio de Presunción de Inocencia del artículo 24 de la
Constitución hay novedades: ¿La noticia claramente
esperanzadora y que puede suponer un cambio de actitud en
policías, jueces y fiscales, demostrando que en España “sí”
existe la Presunción de Inocencia? Pues que en la operación
Palma Arena el propio Fiscal Anticorrupción ha rogado que se
respete la presunción de inocencia del yerno de Su Majestad
el Rey, Iñaki Urdangarín. ¿Constatan el garantismo de la
Fiscalía Anticorrupción? ¿Se dan cuenta con esta postura que
el decir que “el fiscal es garante de la legalidad” no es
una broma chusca como muchos opinaban? ¿Significa que las
garantías llegarán a más criaturas? Ya ven, tras años de
terroríficas macrooperaciones ,con las fotos de las fichas
policiales de quienes “también” tenían derecho a la
presunción de inocencia al no haber sido juzgados ni
condenados, en las portadas de las revistas, sin que el
“garante de la legalidad” moviera ni un dedo, puedo decir
que por vez primera y de manera excepcional he tenido el
privilegio de ser testigo de que el propio Fiscal
Anticorrupción “pida el respeto de la presunción de
inocencia para Iñaki Urdangarín”. ¿Lo pedirá para los
restantes ciudadanos que puedan verse envueltos en un
problema? ¿Será capaz de jurar sobre una Biblia el Partido
Popular de que el día 22 de noviembre comenzará una
minuciosa investigación publicitada de la actuación de los
fiscales durante los últimos ocho años? ¿Aguantará cada palo
su vela? ¿Regenerarán o están mintiendo?.
Pero el caso es que la opción PSOE queda descartada.
Demasiado oscuros y tenebrosos. ¿Y quien le queda a la
socialdemocracia? Pues Rosa Díez de Unión Progreso y
Democracia, la única opción de izquierdas creíble y
declaradamente honesta, hasta el punto de que se llega a
olvidar que es de izquierdas por su proverbial moderación y
a nadie le cabe en la cabeza imaginarse a Rosa Díez
trajinando para exhibir en revistas y televisiones la foto
de la ficha policial de la llorosa Isabel Pantoja
“misteriosamente” transplantada de los blindados archivos
policiales a los medios de comunicación. Rosa Díez no hace
guarrerías. Ni gente de Rosa Díez sería capaz de llevar a
cabo una cruenta e indirecta venganza contra el Partido
Popular acusando con pruebas falsas a la corredora Marta
Domínguez por ser del PP. Demasiada mierda y podredumbre
hemos padecido, hasta el punto de que parece increíble el
que los socialistas decentes puedan apoyar a Rubalcaba con
la trayectoria que presenta y espero que en la semana que
comienza los candidatos de todos los partidos se refieran
claramente a juicios paralelos televisados, peticiones de
condena llevada a cabo por personajillos desde los platós de
televisión ¿Recuerdan cuando Belén Esteban ejercía de fiscal
contra la Campanario desde el plató de Sálvame? ¿Donde
estaba en esos momentos el “garante de la legalidad”?. Los
ciudadanos quieren respuestas sobre la Justicia, los jueces
y los fiscales. Tanto la derecha como la izquierda. Porque
todo ha sido repugnante, aberrante y vomitivo y lo sigue
siendo, en estos momentos se está juzgando la Malaya y el
Fiscal ofrece tratos inusitados a unos acusados con tal de
que acusen a otros, más porquería imposible. Made in PSOE
puro y duro.
¿Está el socialismo huérfano de referencias? ¡Lástima que
Rosa Díez, como socialista, no cuente con los medios
económicos suficientes como para hacer campaña con la
izquierda! Porque ella representa lo único presentable en la
socialdemocracia. Solo hay que ver a nivel Ceuta a sus
candidatos, Jacob Hachuel, un hombre bueno al que muchos
postulan como futuro Defensor del Pueblo y Samira, una bella
persona. Los dos con sus mesitas atendiendo a la gente
cuando por derecho deberían detentar todos los votos de la
izquierda que no traga con los desmanes del actual PSOE.
¿A quien votaríamos de ser de izquierdas? Indudablemente a
Rosa Díez. Pero aclararé que dentro de la tertulia yo me
proclamo católica,esenia, gnóstica y española, de la misma
religión que Prisciliano, Lulio, Juan de la Cruz y Teresa de
Jesús y por lo tanto de derechas ¿Mi líder ideológico
histórico? Calvo-Sotelo asesinado por el Gobierno de la
República en 1936 por haber ganado las elecciones generales.
La izquierda que vote a Rosa, por mi parte yo sé por donde
voy, el ascua a la que arrimo mi sardina y el sentido de mi
voto.
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