No digo que sea falsa, pero dista
mucho de ser cierta, la publicidad que, oficialmente, se
hace de Ceuta, como “Ciudad de Compras”.
Para muchos, especialmente de fuera, ese tipo de publicidad
parece estar incitando a que vuelva a comprar en Ceuta el
personal, que vino hace años, tal y como lo hacía en los
años 70 y principios de los 80.
Nada más lejos de la realidad, porque entonces había aquí
una serie de productos que no se encontraban en Algeciras,
Sevilla, Madrid o Zaragoza.
Aquello pasó, porque otros mercados se abrieron y eso hizo
que Ceuta perdiera esos dos mil o tres mil clientes que,
diariamente, venían a comprar y compraban.
Ante aquella pérdida el comercio quedó muy comprimido en
Ceuta y desde los organismos oficiales se quiso seguir
apostando, de palabra, no de hecho, por el comercio de Ceuta
y echando la vista, no al otro lado del estrecho, sino al
otro lado de la frontera.
Está claro que a la clientela del otro lado del estrecho se
les trató como se les trató y muchos vinieron una vez y no
volvieron.
¿Con la clientela del otro lado de la frontera vamos a hacer
lo mismo?. El tiempo lo irá diciendo, pero no hace falta más
que echar un vistazo a los dos últimos fines de semana, con
el “puente incluido”, para darnos cuenta de que aquí no hay
tacto para el comercio, porque lo básico, el estar
dispuestos a vender, cualquier día y a cualquier hora no
entra en los planes del comercio ceutí.
El pasado fin de semana, no es que me lo hayan dicho, es que
lo he visto con mis propios ojos, en la recepción del
Parador Hotel La Muralla, unos clientes del Parador, que
pretendían, también, ser clientes del comercio de Ceuta,
“echaban las muelas” y renegaban, de verdad, porque habían
venido en su fin de semana, para comprar aquí y se
encontraron con que el sábado, por la tarde, el comercio
cierra y el domingo no abre.
Es más, en el largo fin de semana, por la fiesta del lunes,
sábado y domingo había una gran cantidad de personas de
Marruecos que venían a comprar, pero en el fin de semana,
aquí no se puede hacer eso.
Esta es la realidad, este es el hecho que se repite una y
otra vez, pero aquí se echa, siempre, la culpa al empedrado.
Aquí se dice que del otro lado del estrecho no vienen
personas por lo caro que es el barco y eso es una verdad no
completa, más bien una verdad a medias.
Del otro lado del estrecho no vienen clientes a comprar a
Ceuta porque, cuando más pueden venir, en el fin de semana,
aquí no hay nada abierto.
Es lo que pasa, precisamente, en unos momentos en los que se
tiende a que los horarios comerciales, a pesar de los
sindicatos, sean mucho más flexibles y más libres cada vez.
En estos días, por aquello de las elecciones generales del
día 20, parece que todas las atenciones se prestan hacia lo
que puedan dar de sí los resultados electorales. Ahora bien,
que quien gane los milagros no los va a hacer para producir
mucho sin trabajar es un hecho, con lo que aquí como en
Salamanca, aquí como en Madrid o aquí como en Albacete, el
comercio para poder vender lo primero que tendrá que hacer
es abrir y atender a sus clientes. Todo lo demás son gaitas
que no nos van a convencer, de ninguna de las maneras.
Ahora después, tras las elecciones del 20-N se abre una
nueva etapa, bastante larga, por cierto, primero con la
campaña de Navidad y Reyes, para seguir con las rebajas.
¿Seguiremos en Ceuta con esos horarios tan al modo ceutí?.
Si es así, la publicidad de “Ceuta Ciudad de Compras” está
sobrando.
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