PORTADA DE HOY
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OPINIÓN - JUEVES, 10 DE
NOVIEMBRE DE 2011 |
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OPINIÓN / ANÁLISIS |
Encuentro con los seniors
de la edad de oro |
Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
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Si algún acto adquiere carácter
ineludible durante las campañas del Partido Popular es el de
la tradicional cita con los “mayores” es decir abuelos,
jubilados, seniors y chicos y chicas de la edad de oro, que
es un grupo muy fidelizado con los principios y valores
defendidos y postulados por el PP. Léase Rajoy&Vivas&Paco
Márquez&Luz Elena&José Luis Sastre que son quienes están
llamados a dar la cara y a vencer convenciendo.
Acto político-festivo con ágape incluido en los salones del
hotel Ulyses que, por cierto, resultan muy cálidos por el
color de las paredes que juega con los tonos albero
rebajados y por la iluminación inmejorable. Los convocados,
en torno a amplias mesas redondas cargadas de apetitosas
bandejas con sandwiches, que fueron cortésmente respetados
hasta que los políticos acabaron de hablar, las formas son
las formas y nuestros mayores y no tan mayores son de los
que estudiaron en su día en los pupitres la “urbanidad y
disciplina” como materias que puntuaban. Intervención del
candidato a diputado Paco Márquez hablando de las pensiones
y de quiénes fueron los bichos que las congelaron y de cómo
entre los compromisos del Partido Popular está el llevar a
cabo una política diametralmente opuesta. Nada que no pueda
conseguirse con una buena gestión económica diseñada y
ejecutada por expertos en la materia. Alborozo entre los
asistentes que parecían muy conscientes de la actitud del PP
ante los mayores que se viene a basar en el antiguo
proverbio “Cuando un anciano muere, arde una biblioteca”. Y
los propios valores y principios que sustentan ética e
ideológicamente al partido, dimanantes del Humanismo, hacen
que el respeto y la consideración a los seniors, así como la
gratitud ante el papel trascendental que han jugado en la
Historia por las épocas que han vivido, sean una “condictio
sine qua non” dentro de los postulados que lo definen e
identifican. Condición excluyente de forma absoluta de todo
aquello que pueda conculcar los derechos de quienes se
encuentran en la etapa de la jubilación, tras toda una vida
de trabajo y que por ello merecen el reconocimiento de toda
la sociedad. Mensaje emitido y recibido con claridad a tenor
de la ovación.
La misma con la que fue agasajado el Presidente Juan Vivas
que, como ya ha memorizado de sobra el programa del PP punto
por punto y le encanta demostrarlo y ampliar las ideas, supo
resumir y trazar las pinceladas programáticas clave, analizó
y luego sintetizó los principales problemas ante los que se
encuentra España. Explicó la importancia fundamental que
representan estas elecciones porque se trata de un cambio
que tiene mucho de renacimiento y puso especial énfasis en
las repercusiones que la nueva era que se avecina tendrá
para esta ciudad, repercusiones en clave de progreso y de
prosperidad. ¿El mensaje primordial? La importancia esencial
del voto el 20N. Porque esta vez no se puede pecar de exceso
de confianza y pensar que vamos “sobrados”, aquí los únicos
que “sobran” son Rubalcaba y su contubernio y la mejor
manera de demostrarlo es acudir de forma masiva a proclamar
que no queremos la mayoría absoluta, sino que nos
complacería sobremanera tener “todos” los escaños, porque el
resto de los grupos se ve que no hacen más que incordiar y
para levantar y relanzar a España a nivel internacional no
podemos permitirnos pérdidas de tiempo escuchando tonterías
y sandeces de la oposición. Otro mensaje bien emitido y
cazado al vuelo, la consiguiente ovación, el “chumba-chumba”
de la música pachanguera del PP y la señal de ataque al
piscolabis. Ante la manifiesta sorpresa de muchos asistentes
que esperaban oír al menos unos minutos a los dos candidatos
al Senado ya que a ellos también les tienen que votar y por
separado, es decir, que no son “tres que van en un lote”
sino que cada cual creo que debe arrimar el ascua a su
sardina, trabajarse el sufragio por separado y convencer a
los votantes de que hacen bien confiando en ellos para el
Senado porque son personas buenas y talentosas y van a
partirse el culo por España y por Ceuta.
Eso es cierto y es evidente. Pero ¿Por qué no aprovechan
cada ocasión en la que oteen un micrófono por el horizonte,
sea ante un atril, sea en la mano de un periodista para
“currarse el voto”? Porque no basta con aparecer y
comparecer con sonrisa amable y dar por sentado de que, por
una especie de “ciencia infusa” ya se les conoce y los
electores les tienen hecha la radiografía. Tener impreso en
la rabadilla el marchamo de calidad y el copyrigth del PP no
es suficiente y un par de mesas sectoriales de aforo muy
limitado tampoco. Lo evidente es que los tres candidatos dan
muy buena imagen, Paco Márquez ya ha demostrado por activa y
por pasiva lo que acumula en la sesera y haría falta que
José Luis Sastre y Luz Elena (MASP) maduros y sobradamente
preparados, fueran más instrumentalizados en el mejor
sentido de la palabra, por el aparato del Partido, porque
dan mucho juego.
Por lo demás en el summun de la deferencia se amenizó la
colación con música en lata y vocalista en vivo que ejecutó
distintas piezas, con tanta voluntad como acierto. ante el
regocijo de los presentes. ¿Y como acabaría el tema? me lo
pregunto ya que tras merendar me retiré porque tenía un
compromiso ineludible (razones de Estado), pero conociendo
de otras veces el talante y el talento de quienes arriman el
voto al PP, así como el optimismo lleno de esperanza y casi
de euforia que sentimos con tan solo pensar que no
volveremos a ver las cejas de ZP, me atrevo a apuntar a
jolgorio verbenero, bailongo y pasodobles. Y a eso se llama
acabar como Dios manda.
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En nombre de los
partidarios de la
“vena sensiblera-patriótica” |
Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
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Pregunta: ¿No les encanta a
ustedes ser orgullosos poseedores de una “vena
sensiblera-patriótica” del tamaño de las tuberías de la
desaladora? A muchos nos enloquece y la llevamos con tal
poderío que se nos diría “encantados de habernos conocido”,
algo que hace exudar cántaras de mala leche a la izquierda
añeja, esa que se quedó en 1931 en el “look” quemaconventos.
Lógicamente, por nosotros, que les jodan ya que siempre
defenderemos con divina vehemencia, ese fuerte sustrato
psicológico que llevamos inserto en la oscura memoria
colectiva, por el que nuestros héroes y nuestros guerreros
constituyen el numen de la respetabilidad celtibérica.Y con
este modesto despliegue lingüístico vengo a decir que, para
gozo y holganza de propios y porculéo de ajenos, el Partido
Popular “jamás” permitirá ni recortes, ni reducciones, ni
rufinerías, ni iniciativa alguna que atente contra el papel
preponderante de nuestro Ejército.
Es una cuestión de actitud. Pero ¿Que se puede esperar de la
zarrapastrosa izquierda antimilitarista? Pura analogía de la
fábula de “La zorra y las uvas”, lo que no pueden alcanzar
dicen que no lo quieren, simplemente porque les resulta a
todas luces inalcanzables y ello despierta su hostilidad y
su rencor. Pero la vida es así y ni todos podemos ser
ingenieros de telecomunicaciones, ni todo el mundo puede
presumir de detentar la “vena sensiblera-patriótica” porque
esta cualidad es cómo el color de los ojos, que a cada cual
le toca por bromas de la genética. Verdad es que se pueden
aclarar unos ojos negros como la endrina con lentillas
azules, pero siempre con el riesgo de que la lente se mueve
y te quedes con mirada bicolor y el culo al aire.
Y ciertamente esta ciudad, de raigambre militar desde que
desembarcaran los camuflados Caballeros del Temple al albur
de Enrique el Navegante, acusa ausencias de militares cuyo
retorno se atiende. Por cuestión de prestigio y no es que
nos encontremos fagocitados por el profundo patriotismo
militarista del guardián de Occidente (¿Cómo son los marines
americanos? ¿Se les puede aguantar de tanta bravura?) sino
que podemos presumir de ser justo al revés, porque nosotros
existimos “antes” y ellos eran patriotillas de teta cuando
los hispanos viejos ya nos teníamos ganado el título de
“patriotas con los huevos negros” es decir, por tradición y
por Historia. Y según los detractores de todo aquello que
huela a castrense que es decir a español, somos
“sensibleros”, acusación muy cierta, sensibles y amigos de
latinajos, hisopaduras, turíbulos y maitines mezclados con
himnos guerreros a cual más poético y motivador, porque
nuestros héroes y guerreros tienen la esencia de sueños
culturales. ¿Y son acusan “tan sólo” de tener la “vena
sensiblera-patriótica”? Menguada imputación y de escasa
acometividad, porque la devoción que sienten miles de
ceutíes y millones de españoles por el Ejército, nada de
análogo posee con una simple venilla del sistema
circulatorio que encima se puede obstruir por
porqueriosidades de colesterol, mejor compararlo con el
caudal del Ebro a su paso por el Pilar de Zaragoza. Eso
resulta más adecuado e infinitamente más marcial.
Por ahora. Porque retos existen para nuestros militares y el
menor de ellos es acabar estando mejor equipados y
preparados que un mix entre el Ejército de EEUU y los
temibles soldados de la Tzahal israelí. ¿Y por qué no?. ¿Es
que acaso los Estados Unidos o Israel han tenido alguna vez
a lo largo de su Historia un Imperio donde nunca se ponía el
sol? Bueno, rectifico, “parte” de los israelíes sí por lo
que de sefarditas les toca y ser sefardita es ser español
primigenio y ellos y sus cientos de miles de descendientes
han estado metidos en todos nuestros “fregáos” patrios, que,
por cierto, en muchas ocasiones tenían, más bien poco, de
sacro deambular.
¿Desean vuesas mercedes plantearme alguna cuestión? En
efecto, los mugrientos del antimilitarismo beligerante
califica de “apestosa” nuestra sensiblería-patriótica. Y
razón tienen. “Apestamos” con el tufillo de las cuadras
donde se recogían los equinos de los gloriosos batallones
del Alcántara. Y también resultamos “pestosillos” con el
sudor de nuestros soldados cuando regresan rotitos a la base
en Afganistán. Tampoco es precisamente perfume de alhelí el
olor de los calcetines de nuestros legionarios cuando
vuelven de patrullar en las misiones y, por cierto, a la
cabra o al carnero hay que darle de cuando en cuando con
cepillo y jabón porque las pezuñillas sueltan un cierto
hedor. Sí, somos definitivamente “apestosos”porque la muerte
huele a cadaverina y el Ejército de España ha dejado a
muchos héroes muertos por el camino desde el principio de
los tiempos, desde las tripas de la Historia y a los Caídos
por Dios y por España no se les echa desodorante. Pero ¿Qué
quieren que les cuente que ustedes no sepan y no sientan?
Sensibleros, patrióticos y enamorados de nuestra “apestosidad”.
Bueno ¿Y cómo coño se bautiza a este invento?. Bautizado
está. Se llama “Ser Español”.
*Dedicado a Antonio Gómez
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