Nadie se explica como se va
prolongando el tiempo y no hay solución, ni aclaración a la
muerte y desaparición del cadáver de la jovencita sevillana,
Marta del Castillo.
Y nadie se explica el enredo en el que sigue el caso,
cuando, en teoría, los asesinos y encubridores de tales
asesinos son cuatro pelagatos, cuatro chiquilicuatres que se
están riendo de la Policía, de la Justicia y de toda la
sociedad.
El asunto por la muerte de Marta del Castillo ya era grave,
pero mucho más grave es que, a día de hoy, las cosas sigan
tan turbias como estaban desde el primer día, a pesar de
todos los movimientos que ha habido.
En multitud de ocasiones hemos oído decir que tenemos unos
servicios muy buenos en nuestra policía y como tal lo creo,
pero lo que no termino de creerme es que con una gran
policía, un caso como este siga en la oscuridad y, además,
envuelto en contradicciones.
¿Qué hay por detrás de este asunto? ¿Quién o quienes están
amparando a estos gamberros, convertidos en asesinos?, y si
tienen alguna protección ¿De quién y por qué tal
protección?.
Nadie entiende nada y quienes sospechan lo que hay detrás no
dicen nada para no levantar algún escándalo que daría la
vuelta al mundo.
Aquí, lo único que ha aparecido, desde el primer día, es la
pantalla de tres o cuatro individuos, uno de ellos,
entonces, menor y una persona que ha desaparecido, se supone
que, porque ha sido asesinada. Todo lo demás es borrascoso,
todo lo demás es oscuridad y al llegar al juicio, más de lo
mismo.
Los padres de la jovencita sevillana, asesinada y
desaparecida, desde hace casi tres años, entonces tenía 17
años, lamentan lo “enredado” que está el caso, mientras se
juzga en la Audiencia de Sevilla, porque las contradicciones
que existen entre los cuatro acusados no hay quien las
deslíe.
El propio padre de la desaparecida, Marta del Castillo,
decía a la prensa que, en absoluto, estaba satisfecho de
cómo se estaba desarrollando el juicio, puesto que “cada día
está más enredado”, con las versiones encontradas y las
contradicciones que se están dando por los cuatro acusados y
algunos testigos.
Y la pregunta es obvia ¿Con todo este enredo se quiere estar
encubriendo la auténtica realidad de todo lo ocurrido, desde
la muerte hasta la desaparición del cadáver?. Por ahí
comienzan a salir las distintas opiniones, en medio de tanta
confusión.
Para el padre de la desaparecida, la versión de Miguel
Carcaño, asesino confeso de Marta del Castillo, el haber
admitido que la dio muerte con un cenicero, es la versión
más favorable para sus intereses pero, a partir de aquí ¿Qué
se esconde? ¿Quién lo esconde? ¿Por qué se esconde lo que
sea?.
Aquí está la verdadera incógnita. ¿Por qué se ha hecho
desaparecer el cadáver?.¿Dónde se ha ocultado?. Esto que es
lo más duro, es el nudo principal de este hecho, porque
nadie dice donde está ese cadáver, con lo que es la propia
madre de Marta del Castillo la que dice que está convencida
de que varias personas participaron en el traslado del
cuerpo de su hija.
De aquí no se pasa, todo son conjeturas, y esta es la
situación, tres años después, que cuatro chiquilicuatres,
puede que bien arropados, por quien sea, son capaces de
tener en vilo a la policía y a los jueces, son capaces de
estarse riendo de todos ellos, sin decir nada más. ¿Por
qué?.
Y ahora lo más lamentable, la madre del menor se va a una
televisión, cobrando y todo, a hablar del asunto, aunque
sólo sea para defender a su hijo. Esto ya no tiene nombre.
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