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OPINIÓN - JUEVES, 10 DE NOVIEMBRE DE 2011

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

Cuando algo no entiendo, me gusta preguntar a los que saben para conocer de qué va el asunto que acierto a comprender, A veces sucede que los que saben, los que han propuesto el asunto tampoco saben darme una contestación convincente y es, entonces cuando acudo a los razonamientos lógicos que me solucionen el problema.

Nunca he entendido como una chica de 16 años pueda abortar, y por contra se le pida el permiso paterno para ir a realizar un viaje o simplemente para hacerse una sencilla operación o colocarse un piercing.

Por pura lógica esto, pensándolo con detenimiento, no hay quien lo entienda. Si puede acabar con un ser humano porque el feto, lo diga quien lo diga, instalado en un ser humano es otro ser humano, mientras no se demuestre que una gallina pueda dar unos niños preciosos o un ser humano pueda traer al mundo una lagartija o un par de pavos para Navidad.

Lo que esa gestación dentro de un ser humano, es un ser, pero “no es humano”, eso no se lo cree ni el que asó la manteca colorá. Hay que tener la inteligencia de un mosquito para creerse que es un ser vivo pero “no humano”, lo que está dentro del vientre de otro ser humano.

Pero, en fin, así lo han decidido las grandes inteligencias de éste país y algunos, porque siempre hay algunos, ha aplaudido esa ley del aborto a los dieciséis años, a pesar de la cantidad de medios que existen, hoy día, para que una chica no tenga un embarazo no deseado. ¡Será por medios para evitarlo!.

Otra de las cosas que no acierto a entender, quizás por mis escasos conocimientos es, para qué hace falta una Ley de muerte digna. No entiendo que tenga una gran prioridad el aprobar esa Ley, cuando hay cinco millones de parados, cerca de dos millones de españoles por debajo del umbral de la pobreza y Caritas dándoles de comer a otros dos millones de españoles que no tienen nada que llevarse a la boca.

Si ante esta situación, que estamos viviendo en España, lo prioritario es sacar una Ley para una muerte digna. Apaga y vámonos.

Como creyente pienso, cada una es libre de pensar como le venga en ganas, que todos traemos al nacer una fecha de caducidad, y que llegada la misma nos vamos para el otro barrio eso será, como creyente que soy, cuando Dios quiera, no cuando nadie decida por mí la hora de marcharme de éste mundo.

Porque quién es nadie para hacer una Ley que me diga como tengo que morir o cómo se me tiene que ayudar a abandonar este mundo. Lo que si es comprensible, que se le ayude a los enfermos terminales a que sus últimos días no sean dolorosos, y para eso ya están los médicos de paliativos.

Me da la sensación de que esto no es más que una eutanasia disfrazada. Lo que no acierto a entender, ya lo he explicado anteriormente, lo del aborto a los dieciséis años ya que eso es, simple y llanamente, matar a un ser humano ni, por supuesto esta Ley de muerte digna, mientras se desgarran las vestiduras contra la “pena de muerte”. Cuál es la diferencia.
 

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