A la crisis económica que estamos
atravesando, todos le echan las culpas al asunto del
ladrillo. A esas miles y miles de viviendas que se han
construidos que se vendían como rosquillas y que, en estos
momentos, no hay un dios que compre una casa. Y ni te cuento
la cantidad de criaturas que se quedan sin sus casas por no
poder seguir pagando la hipoteca de las mismas.
Y es que, en la época de bonanza económica, usted iba al
banco a pedir un préstamo, lo justo para comprar una
vivienda y el propio banco, si por ejemplo usted pedía
100.000 euros, le proponía pedir más para de esa manera
comprar muebles nuevos e incluso una plaza de garaje. Con lo
cual usted se embarcaba en un préstamo muy superior al que
iba a solicitar.
Las viviendas, en esa época de bonanza económica, valían un
ojo de la cara y el otro también. Cosa incompresible que por
algo que valía, por un suponer, 20 millones le pidiesen a
usted 60 millones por unos metros cuadrados que, cada uno de
ellos, valía su medida en oro, debido al precio que le
pedían por la vivienda. Qué ha sucedido cuando ha llegado la
crisis, que esos mismos pisos se los venden, en algunos
casos, por menos de la mitad y seguro que no le pierden
dinero.
Algunos han ido a ganar dinero de forma rápida co la venta
de los pisos, sin tener en cuenta que podía ocurrir lo que
ha ocurrido, y que el cuento de la lechera, porque era el
cuento de la lechera, como en el cuento se le rompió el
cántaro y ahora se encuentran en una situación delicada a
igual que los bancos que no pueden cobrar aquellos préstamos
que tan alegremente dieron.
Pero no sólo han sido esos los errores cometidos por los que
estamos pagando las consecuencias. Culpa también de esa
crisis la han tenido la ineptitud de algunos políticos que,
en esa época de bonanza económica, no han sabido administrar
nuestros dineros, el dinero de todos los españoles,
gastándolos a manos llenas sin planificar qué podría pasar
en el futuro.
Han realizados obras que no tienen razón de ser, empleando
miles y miles de millones de euros que se han tirado a la
basura. Ahí tenemos la construcción de algunos aeropuertos
que no valen para nada cuando, en realidad, tenemos más
aeropuertos que Alemania que tiene mucha más población que
España. Millones y millones tirados a la basura.
Y ni te cuento, serrana del alma, el despilfarro cometido
por algunos mandas con el dinero de todos los españoles,
porque esos mandan no se meten las manos en sus bolsillos ni
para sacarse el pañuelo.
Un ejemplo lo tenemos en ese personajillo que se dedicó,
entre otras cosas, a llevar preservativos a unas tribus
indias cuyos habitantes entendieron que esos artilugios sólo
servían para transportar agua.
De la misma forma este personajillo les dio dinero, no de su
bolsillo por supuesto sino del dinero del resto de los
españoles, a una tribu para mantener su idioma,
Creen ustedes que ha sido castigado por esto. Ni hablar,
como premio a su maravillosa gestión se le ha nombrado
asesor de un hospital, con un salario de 6.000 mil euros
mensuales, mientras se despiden a médicos y ATS de algunos
hospitales. “Spain is diferent”
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