Las mujeres que le dan el pecho a sus hijos durante más de 6
meses tienen menosposibilidades de padecer cáncer de mama.
Concretamente, el riesgo de sufrir estaenfermedad disminuye
a un ritmo del 4,3% por cada año que una mujer amamanta a
sushijos.
Investigadores de la Universidad de Granada, liderados por
la catedrática deldepartamento de Enfermería María José
Aguilar Cordero, han descubierto que lalactancia materna es
un método eficaz para prevenir el cáncer de mama. Su trabajo
harevelado una correlación significativa entre la edad de
diagnóstico del cáncer, eltiempo de lactancia materna, y la
existencia de antecedentes familiares y personalesde cáncer,
y demuestra que no existe relación entre la edad media de
diagnóstico delcáncer y el hecho de haber tenido o no
descendencia, en contra de lo que muchaspersonas piensan.
Muestra formada por 504 mujeres
Para llevar a cabo este trabajo, los investigadores
trabajaron con una muestraformada por 504 mujeres de entre
19 y 70 años de edad, diagnosticadas y tratadas decáncer de
mama en el Hospital Universitario “San Cecilio” de Granada
entre los años2003 a 2008. A todas ellas les practicaron una
recogida de datos retrospectiva apartir de las historias
clínicas, en torno a las cuales se obtuvieron datos como
laedad de diagnóstico, el tiempo de lactancia y la
existencia o no de antecedentesfamiliares de cáncer.
Se efectuó un análisis descriptivo de las mujeres que habían
tenido hijos, frente aaquellas otras que no. El análisis de
los datos muestra cómo del total de la muestra(504),
únicamente 135 mujeres no habían tenido descendencia. Por el
contrario, 369mujeres habían tenido al menos un hijo.
En relación con el factor de riesgo paridad, no se
encontraron diferenciasestadísticamente significativas entre
la edad media de diagnóstico del cáncer y elhecho de haber
tenido o no descendencia.
Respecto del conjunto total de mujeres que habían tenido
descendencia, éstas fueronreagrupadas en tres subgrupos en
función de la duración media del período delactancia.
Además, se distinguió entre las que presentaban antecedentes
familiaresdirectos de cáncer de mama, frente a aquellas
otras que no los tenían. El primergrupo estaba compuesto por
mujeres que no habían amamantado a sus hijos. El
segundo,estaba compuesto por mujeres que dieron el pecho por
un período máximo de tresmeses. Un tercer grupo estaba
formado por aquellas mujeres que dieron lactanciamaterna por
un período comprendido entre tres y seis meses. Finalmente,
un cuartogrupo compuesto por aquellas mujeres que habían
amamantado a sus hijos por períodosde tiempo superiores a
seis meses.
No existe consenso científico
Los científicos de la UGR destacan que en la actualidad no
existe consenso entre losinvestigadores acerca del papel
protector del embarazo y la lactancia frente aldesarrollo
del cáncer de mama en la mujer. “No obstante -refiere Mª
José AguilarCordero- es evidente que ambos procesos influyen
positivamente en la diferenciacióndel epitelio mamario, y en
la reducción de los niveles de ciertas hormonas, como
losestrógenos, cuyos efectos se relacionan con el cáncer de
mama”.
Los autores de este trabajo creen que, basándose en sus
resultados, y en alusión alo descrito por otros autores, la
incidencia de cáncer de mama en los paísesdesarrollados
podría reducirse en más del 50% entre aquellas mujeres
condescendencia si éstas proporcionasen más lactancia al
pecho y por mayores períodosde tiempo a sus hijos. Más
concretamente, si las mujeres amamantaran a sus hijosdurante
más de seis meses (algo que tiempo atrás solía ser lo
normal), la incidenciade cáncer de mama descendería del 6,3%
al 2,7%.
En consecuencia, “la tendencia moderna a no amamantar parece
ser un factor crucialpara el reciente incremento de los
tumores de mama”, destaca la catedrática de laUGR. Los
resultados de este trabajo han sido publicados en la revista
internacionaldenominada Nutrición Hospitalaria.
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