Un niño de cinco años escupió una gasa una semana después de
haber sido operado de amigadalitis y vegetaciones en el
Hospital Universitario de Ceuta. El niño, residente en Benzú,
fue intervenido el pasado 26 de octubre. Esta supuesta
negligencia médica es la que ha explicado la madre, quien ha
denunciado el caso en el Juzgado de Primera instancia e
Instrucción número 2 de la ciudad. La familia explica que el
menor no podía comer ni beber tras operarse y que desprendía
un fuerte olor pero que, sin embargo, los facultativos le
explicaron que la operación había transcurrido con
normalidad.
Una madre ha denunciado en el Juzgado de Primera Instancia e
Instrucción número 2 de Ceuta que a su hijo, Mohamed S.B.,
le dejaron una gasa dentro tras operarlo en el Hospital
Universitario de Ceuta de amigdalitis y vegetaciones. El
niño, de cinco años y residente en Benzú, fue intervenido el
pasado 26 de octubre. Tras una hora de operación, los
médicos informaron a la familia de que la intervención había
salido bien. Aproximadamente tres horas después le dieron el
alta médica.
Sin embargo, según relató a EL PUEBLO un familiar, el niño
se encontró mal durante los días posteriores a la operación,
y dos días después de salir del Hospital, sufrió una
hemorragia. Fue entonces cuando la madre volvió a acudir al
centro sanitario. “El niño no comía, en una semana pasó de
28 kilos a 25”, explica la tía. “Y sobre todo, olía muy mal,
cuando la gente venía a verlo no podía del olor que
desprendía y eso es lo que más me dolió”, añade la madre.
Los familiares agregan, además, que cuando comentaron este
aspecto al facultativo, su respuesta fue: “Pues que haga
enjuague con Oraldine”.
A pesar de que el niño continuaba -según relata la familia-
presentando “dificultades para respirar y pérdidas de
conocimiento”, el médico aseguró que el postoperatorio
estaba transcurriendo con normalidad y que no se preocupara.
La madre también señala en su denuncia la situación que
vivió en una de las ocasiones en las que intentó pasar por
la frontera desde Beliones, donde vive la abuela, a Benzú,
donde reside ella. La madre cuenta que quiso llevar al niño
al Hospital y para ello avisó a un Guardia Civil, el cual se
puso en contacto con la Comandancia para avisar a una
ambulancia. “El médico de la ambulancia le había comunicado
al Guardia Civil que fuese al Hospital en un taxi, estando
el menor desmayado y sangrando abundantemente”, lamenta la
madre en la denuncia.
El niño fue ingresado de nuevo desde el día 28 al 30 de
octubre. “Tras darle el alta, el niño seguía sin comer ni
beber y desprendiendo el mismo olor por la boca”, lamentan
en la denuncia.
El día 2 de noviembre, la madre llevó a su hijo a su
pediatra, en el Centro de Salud del Tarajal, el cual le
informó de que el pequeño “tenía una infección en las
heridas producidas por la operación”, por lo que debía
seguir un tratamiento.
La familia resolvió las dudas sobre el malestar del niño una
semana después. El pequeño se encontraba en casa de su
abuela materna, en Beliones, cuando empezó a encontrarse mal
y le dio un ataque de tos. “Cual sería nuestra sorpresa
cuando, de pronto el niño, escupió una gasa”, concluye la
familia.
|