Los comicios del próximo domingo
día 20 de noviembre son trascendentales para el futuro de
una ciudadanía, que padece gravemente las consecuencias de
la incapacidad de un Gobierno socialista liderado por José
Luís Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba, quienes
se han mostrado incapaces de ofrecer las medidas necesarias
para minimizar los efectos de una crisis económica que
muchos anunciaban pero, que ellos mismos negaban.
Como consecuencia directa, una semana más, seguimos pagando
los desaguisados y la ineficacia de los responsables
socialistas. Mientras nuestra deuda se devalúa un 3%,
mientras Europa nos cuestiona, mientras nuestra economía se
hunde, mientras el paro alcanza la terrible cifra de
4.978.300 parados (144.700 desempleados más que en el
anterior trimestre), Rubalcaba, el candidato socialista a la
Presidencia del Gobierno, sigue empeñado en mantener el
“cuento” socialista.
Es el momento oportuno de recordar a nuestros lectores, que
en dos ocasiones se ha tenido que adelantar la celebración
de estos comicios, en la primera ocasión al domingo día 3 de
marzo de 1996 y en la segunda, al domingo día 20 de
noviembre de 2011. En ambas ocasiones, como consecuencia
directa de la crisis socio económica que padecía la sociedad
española y sorprendentemente, en ambas ocasiones con
gobiernos del partido socialista. En la primera de ellas,
Felipe Gonzáles como Presidente y en la segunda, José Luís
Rodríguez Zapatero aunque, en ambas encontramos un mismo
denominador común, la presencia destacada del actual
candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Los españoles somos conscientes de la gestión económica
realizada por el Gobierno del Partido Popular que sucedió al
socialista de González, un Ejecutivo cuyas primeras medidas
fueron dirigidas a afianzar el maltrecho Estado del
Bienestar heredado al asegurar el debilitado Fondo de
Reserva de la Seguridad Social para, posteriormente
equilibrar las cuentas públicas aupando a nuestro país a los
primeros lugares de la Unión Europea. Desde ese mismo
instante, España abandono los “vagones” de cola para
situarse al frente de la economía mundial junto a países
como Estados Unidos, Gran Bretaña o Alemania.
Todo ello, a pesar de las acusaciones totalmente infundadas
vertidas desde un partido socialista empecinado
históricamente en convencer a la ciudadanía de una supuesta
insensibilidad de los dirigentes populares con las políticas
sociales, que han sabido desmentir en los últimos años, con
hechos constatables demostrando la falsedad de dichas
imputaciones. Sin ninguna duda, el Estado del Bienestar ha
sido un logro alcanzado por todos los españoles fruto del
trabajo desarrollado por todos los gobiernos desde los
comienzos de la actual etapa democrática.
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