LUNES 24.
En los anaqueles de mi modesta biblioteca conservo, como oro
en paño, un libro que me fue regalado por alguien al que
aprecié mucho mientras vivió. Cuyo titulo es “Mi vida y
otras más…”. Y que trata de las memorias del doctor Puigvert;
una eminencia en la especialidad de urología, reconocida
mundialmente. Unas memorias con las que disfruto plenamente.
De modo que no me canso de leerlas, cada dos por tres, para
divertirme con las anécdotas contadas por un hombre que
recorrió todo el mundo y conoció a fondo a muchos de los
grandes personajes que, en una forma u otra, escribieron la
historia de una época. Solía decir, este gran catalán: “Yo
no sé si es educación el saberse la lista de los reyes
godos, pero sí lo es dejar pasar primero a una señora en el
umbral de una puerta”. Pues bien, ayer domingo decidí pasar
la tarde recreándome en las anécdotas y en las
conversaciones que vienen en el libro. Y que son
merecedoras, debido a que el libro se agotó en su día y no
se ha vuelto a editar, de ser dadas a conocer. Pero hoy me
limitaré a decir que si el doctor Puigvert viviera y
siguiera manteniendo que educación es dejar pasar primero a
una señora en el umbral de una puerta, como debe ser, se
encontraría con la desagradable sorpresa de recibir desaires
por parte de muchas de ellas. Cuando no un gesto de
desaprobación por obra y gracia de un malentendido detalle
de machismo. Los tiempos han cambiado. Y no todo ha sido
para bien. Elemental…
Martes. 25
Pocas son las veces que he hablado yo con Francisco Correro
Tocón, vicario general de Ceuta. A pesar de que éste lleva
ya sus años en esta tierra. Aun así, tengo yo la impresión,
cada vez que nos saludamos, de que entre nosotros parece
anidar una mutua comprensión que suele darse entre personas
que llevan muchísimo tiempo intercambiando pareceres.
Insisto: no es este el caso. Válgame el introito para contar
que hoy nos hemos visto el vicario y yo y nos hemos puesto a
charlar en plena calle. La conversación ha girado en torno a
mi ausencia en la última de este periódico durante muchos
días. Y no he tenido inconveniente alguno en decirle que el
hecho se produjo por discrepancias con la empresa. Las
mismas que podrían volver a reaparecer por razones que no
vienen al caso propalar. Luego, como remate de nuestra
charla, le dije que yo siempre me he mostrado proclive a la
indulgencia y al diálogo con las personas que me han
disgustado y faltado, tan pronto como ellas mismas hubieran
querido dar marcha atrás. Así como que tengo asumido que es
tan democrático como cristiano no hacer leña del árbol
caído, cuando se impone la ayuda. En fin, que, como verán
ustedes, aproveché la ocasión de que enfrente tenía a un
hombre de Dios para hacer varias confesiones improvisadas.
Miércoles. 26
Tras leer el lunes el ataque perpetrado por Juan Luis
Aróstegui contra Enrique Ávila, secretario del Centro
Asociado a la UNED en Ceuta, estuve tentado de dedicarle una
columna al asunto. Pero me abstuve en el último momento,
debido a que creí conveniente esperar a ver la defensa que
estaba seguro haría Fernando Jover del secretario del
centro. Defensa que, efectivamente, se produjo el martes.
Hoy le ha tocado el turno defenderse a Enrique Ávila. Y lo
ha hecho, según él, para “evitar que una mentira sin refutar
pudiera ser considerada verdad”. Y porque su cargo le obliga
a explicar el funcionamiento de un centro que se ha ganado a
pulso el reconocimiento casi general. Me ha gustado que el
secretario de la UNED haya dicho que no tiene el gusto de
conocer a Juan Luis Aróstegui, y que no ve la necesidad de
dar ese paso, ni que tampoco va a perder un minuto en
responder al artículo de éste en un periódico digital.
Conozco a Enrique Ávila porque me fue presentado por
Fernando Jover hace ya su tiempo. Y a partir de ese momento
he tenido la oportunidad de tratarlo en diversas ocasiones.
No tantas cual a mí me hubiera gustado. Ya que es
conversador ameno y persona mesurada. Un día, precisamente
hablando sobre ‘Caballas’ comprobé que por encima de sus
ideas y de sus filias o fobias, como cualquier humano,
Enrique habló con respeto de los dirigentes del partido que,
actualmente, lidera Aróstegui. Y tuve el pálpito de que
estaba ante una persona que era liberal por buena educación
o era bien educado por su temperamento liberal. Ahora bien,
me voy a permitir recordarle al secretario de la UNED –de
Ceuta- que su enemigo está en el interior del edificio
universitario. Y que no tengo la menor duda de que él sabe
quién es. De no ser así, EA está cometiendo un descuido
improcedente y peligroso.
Jueves. 27
Ayer tuve la oportunidad de hallarme con Antonio Cuadra. A
quien hacía un mundo que no veía. Con Antonio siempre me
llevé muy bien y reconozco que fue de las primeras personas
que no tuvieron ningún empacho en declararse lector
ferviente de mis opiniones en periódicos. Me produjo alegría
verle y poder pegar la hebra unos minutos con él y con su
mujer. Antonio Cuadra fue director provincial del Ministerio
de Transportes, Turismo y Comunicaciones. Creo que en 1986.
Lo que no recuerdo es si ocupó ese cargo todavía con Manolo
Peláez como delegado del Gobierno o bien con el sustituto de
éste. Antonio, siempre tan amable conmigo, volvió a
regalarme el oído. Y, claro, salieron a relucir las
limitaciones con que cuento a la hora de escribir. Pero no
tuve el menor inconveniente en decirle, entre bromas y
veras, que la censura me ha ido permitiendo reflexionar
sobre lo que podía decirse y sobre cómo se podía ejercer ese
deseo de la comunicación. Manolo me parece que estás
hablando como si todavía viviésemos sometidos a una
dictadura, me dijo Tito Cuadra. Y su comentario, repleto de
ironía, me hizo recordar que estaba de cháchara con una
persona inteligente.
Viernes. 28
Sigue causando admiración la temporada que viene realizando
el Levante. Equipo de barrio que ha pasado desde su
fundación por toda clase de dificultades. Frente al
Villarreal, el sábado pasado, el equipo valenciano exhibió
un contragolpe que, gracias a los vídeos, puede ser mostrado
como arquetipo. El sistema táctico del modesto equipo
azulgrana carece de secretos. Es tan sencillo como fácil de
jugar si sus intérpretes están capacitados para convertirlo
en una realidad que asombra a propios y extraños. El primer
requisito de un entrenador es aprovechar las aptitudes de
sus futbolistas. De modo que es de justicia destacar la
enorme labor que viene desarrollando el técnico del conjunto
levantino: Juan Ignacio Martínez. Sobre todo en una época
donde muchos entrenadores, que podrían ser catalogados de
esnobistas (para quien no lo sepa: esnobismo es la persona
que se preocupa de imitar o adoptar todo lo que está de moda
o lo que cree que es de buen tono), incurren en el error de
imponer un fútbol que solamente está al alcance del FC
Barcelona. He decidido escribir sobre el Levante, debido a
que las últimas noticias acerca de este equipo destacan el
interés que sus éxitos han despertado en el mundo entero.
Otro día, con más espacio y tiempo, me agradaría sobremanera
explicar, de manera sucinta, cómo se pasa de la defensa al
ataque en un santiamén. Y además con éxito. O sea, cual lo
viene haciendo el equipo presidido por Catalán. Aunque, todo
hay que decirlo, a su equipo le tocará volver a la realidad.
Pero entonces será momento para darle cabida al tópico: que
le quiten lo bailado a Ballesteros y compañía.
Sábado. 29
Oficialmente, la campaña electoral para la próxima
convocatoria del 20-N comienza el primer fin de semana de
noviembre. Aunque la campaña empezó en el preciso momento en
que se anunciaron las elecciones anticipadas, allá por el
mes de julio. Desde entonces los políticos no han parado de
hacerse el artículo y, por supuesto, no se han tomado el
menor respiro a la hora de desacreditar la labor de los
rivales. En esta ciudad, donde los populares están tan
acostumbrados a ganar la alcaldía desde hace ya un montón de
años, éstos esperan con enorme satisfacción la victoria que
llevará a Mariano Rajoy a La Moncloa. Y, como en otras
ocasiones, ya se hacen cábalas, siempre interesadas, sobre
quién será designado delegado del Gobierno. Conjeturas que
siempre han salido a la palestra en momentos así. Con el
único fin de hacernos creer que un político de la localidad
ocupará dicho cargo. Y, claro, se propala su nombre. El
nombre propalado, en esta ocasión, me temo que como otras
veces, no será el elegido. Y si yo me abstengo de escribirlo
es para que el muchacho tenga al menos la oportunidad de
seguir ilusionado con lo que no deja de ser el ya
tradicional bulo de cada cuatro años. María del Carmen Cerdeira fue la única que hizo buenos los pronósticos. En
estos momentos, el delegado del Gobierno que arribe a esta
ciudad deberá reunir todas las cualidades necesarias para
que, desde el primer día, el alcalde siga siendo el actor
principal de la tierra. Más claro agua.
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