El debate estaba ya en el aire antes de comenzar el último
tramo de las ‘Primeras jornadas de fracaso escolar en
Ceuta’, organizadas por el Instituto de Estudios Ceutíes
(IEC) entre el martes y el jueves pasado, y que culminaba
con una mesa redonda donde todos los ponentes que habían
participado durante los tres días de estudio se sentaron
para intercambiar sus conclusiones, ideas y sugerencias para
atajar un problema que Ceuta lleva arrastrando durante
largos años.
En el escenario del Salón de Actos del Palacio Autonómico se
sentaron finalmente un grupo de seis educadores, de distinto
ámbito, desde maestros a profesores universitarios, que
intentaron sintetizar las causas del fracaso y sus posibles
soluciones en apenas una hora. Las causas, como admitieron
todos ellos, son múltiples, pero también conocidas dentro
del discurso sobre el fracaso escolar en la ciudad. Alta
ratio de alumnos por profesor, desigualdades sociales,
aspectos emocionales, falta de apoyo familiar, la dificultad
con el castellano de alto un porcentaje del alumnado... Pero
aparecieron también motivos menos conocidos dentro de los
que se buscan como el origen del fracaso, los “aspectos
emocionales”, de los que habló Francisco Mateos Claros, o
los políticos, que mencionó Manuel López Ruiz.
Todo un amalgama de complicadas ecuaciones de factores en
los que fundamentalmente se relacionan familia, escuela y
alumno, pero cuyas combinaciones no ofrecen luz alguna en lo
que se refiere a la solución de un problema tan preocupante
para la sociedad, ya que, como se dijo en la mesa redonda
“el fracaso escolar es igual a fracaso social”.
¿Dónde está entonces el problema? La intervención de Manuel
López Ruiz, profesor de Atención a la Diversidad del CEIP
García Lorca (dentro del Plan de Éxito escolar ‘Nos
comunicamos con nuestro entorno’) fue la que propició la
aparición de aplausos entre los asistentes en la jornada de
clausura.
“¿Qué podemos hacer cada uno para mejorar esta situación?”,
la aportación de López a la mesa fue la todavía a veces
descabellada idea de empezar a cambiar las cosas desde la
parcela de actuación de cada persona. Los maestros, en su
clase. Los padres, en sus hogares. Los niños, con sus
compañeros. “Podemos buscar el causante del fracaso escolar
durante años, y hacer muchas clasificaciones, pero si no
cambiamos nuestra forma de trabajar dentro de unos años
seguiremos haciendo clasificaciones”, espetó.
Para el maestro, hay que partir de que los alumnos tienen
necesidades diferentes, y por tanto no todos pueden aprender
mediante el mismo sistema. Un punto de vista compartido por
su compañero en el proyecto de éxito del CEIP Federico
García Lorca, Manuel Serrano González, que expuso la
necesidad de acercar el castellano a los niños cuya primera
lengua es el darilla, para lo cual, el sistema debería dotar
a la escuela de los medios adecuados. “Sin competencia
lingüística les estamos cerrando la puerta del futuro en la
educación”.
Se expusieron varios ejemplos muy gráficos de la necesaria
transformación dentro del colectivo docente como uno de los
causantes de que los problemas no cambien. (Siempre pensando
en el cambio, no en la atención a la causa), como el que
imaginaba a un profesor fallecido hace 50 años, que
resucitaba y al día siguiente iba a dar clase. “No sucedería
nada, algo imposible de pensar, por ejemplo, para un
médico”, comentaban.
El coordinador de la mesa redonda y del conjunto de las
jornadas resumió esta idea en un símil: “enseñamos
contenidos del siglo XIX con profesores del siglo XX a
jóvenes del siglo XXI”.
Las ‘I Jornadas de Fracaso Escolar en Ceuta’ no encontraron
la solución a este complejísimo problema que es el fracaso
escolar en la ciudad autónoma, analizado y estudiado por
multitud de expertos y profesionales, pero entre sus
asistentes sí se sintió que quizá las propuestas de cambio
no tienen por qué esperar a mañana. No tienen por qué
esperar a que vengan del sistema para ponerlos en
funcionamiento, sino que quizá puedan empezar en cada una de
las clases de cada uno de los profesores que quiere ser
“valiente”, asumir su cota de responsabilidad y empezar a
ver las cosas pensando en el efecto, y no la causa.
|
Ponencias de educadores y especialistas en el área
El programa de las ‘I Jornadas de
fracaso escolar en Ceuta’, organizado por el Instituto de
Estudios Ceutíes entre el 25 y el 27 de octubre, incluía las
ponencias de Enrique Roca Cobo, coordinador de RRII de la
Secretaría de Estado de Educación y FP del ME; Manuel López
Ruiz y Manuel Serrano González, profesores de Atención a la
Diversidad en el CEIP Federico García Lorca; Francisco
Mateos Claros, del departamento de psicología evolutiva y de
la evolución de la Universidad de Granada; José Cantón
Gálvez, educador de la Ciudad Autónoma de Ceuta; Sebastián
Sánchez Fernández, del departamento de didáctica y
organización Escolar y Delegado del Rector de la UGR y
Santiago Ramírez Fernández, del departamento de psicología
evolutiva y de la educación de la UGR.
|