Una sucesión en el tiempo de ciudades diferentes,
alternativamente justas e injustas (...). Las futuras están
ya presentes en este instante, envueltas una dentro de la
otra, comprimidas, apretadas, inextricables”. El escritor
italiano Italo Calvino deshila en su obra Las ciudades
invisibles la importancia de las ciudades, de las existentes
y de las imaginadas, y lo hace revalorizando el papel de su
gente, de sus aromas y de sus espacios. Calvino reinventa el
patrimonio a base de lirismo. Ceuta no se queda atrás. Ayer,
la ciudad autónoma acogió el VIII encuentro de ‘Defensa del
Patrimonio Cultural’, que se celebra hasta el próximo
martes.
La organización SOS-Monuments-Asociación para la Defensa
Cívica del Patrimonio organiza este evento en el que han
participado varias entidades y unos quince miembros. Los
representantes de dichas asociaciones realizaron ayer un
debate sobre estos asuntos, moderado por José Manuel Pérez
Rivera, presidente de ‘Septem Nostra’. Salvador Tarragó, de
SOS-Monuments, apeló a las administraciones a una mayor
cooperación, aunque “tengan desconfianza”. En representación
de la asociación de profesores para la difusión y protección
del patrimonio histórico ‘Ben Baso’, habló Ana Ávila, quien
resaltó que Ceuta es “un puente con América”. Además de las
reseñas culturales, destacó el aspecto medioambiental del
patrimonio y explicó como fue precisamente desde este campo
la manera en la que ella se adentró en el ecologismo. Así,
explicó que el cuidado del patrimonio es también un modo de
“respetar un planeta que nos dice que nos estemos ya
quietos”. Del mismo modo, agregó que Ceuta es una ciudad
para “redescubrir”, sobre todo para las personas a las que
Ceuta “les pilla muy lejos”. En su caso, su visión a través
de los años pasó de una “perspectiva comercial” a la ciudad
“más militar”.
Basilio Moreno, de la asociación histórica ‘Retiro Obrero de
Sevilla’, y Carmen Fuster, de la asociación de ‘Amigos del
Castillo de Monjuïc’ fueron los otros dos representantes.
Identidad
“En tiempos de tanta agitación económica y política hay que
sensibilizar hacia lo que puede ofrecer el patrimonio”,
explicaron desde ‘Septem Nostra’, “Un punto singular, una
chispa, puede propiciar que se hagan cosas”. Desde el
colectivo destacaron los aspectos que se reivindican a la
par que se habla de defender el patrimonio. En ese sentido,
se adentraron en la identidad. En el ámbito ceutí,
recalcaron como las iglesias o las mezquitas son “más allá
de un elemento religioso, un espacio de identificación”, al
igual que pueden ser “las Murallas Reales o los Baños
Árabes”. “Cuando se habla de patrimonio, hay que ser capaces
de trascender, de llegar al concepto de humanidad”. De este
modo relacionó estos monumentos con el “valor identitario de
la ciudad”, lo que propicia “el desarraigo en los
movimientos migratorios”. Ante esto, Pérez agregó que “falta
por globalizar el concepto de patrimonio”, así como de
“despolitizar” esta materia. Una “aproximación cultural” a
través de las ciudades que, como recogiera Calvino, provoque
que las ciudades refluyan como “olas de recuerdos” que la
ciudad “se embeba como una esponja”.
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