El horario de verano establecido en todos los países
miembros de la UE finaliza en la madrugada del domingo, por
lo que los relojes deberán retrasarse una hora; a las 3.00
serán las 2.00 horas para cumplir con la normativa
comunitaria. El cambio de hora puede llegar a representar,
según el IDAE, un ahorro del 5% en el consumo eléctrico,
equivalente a 300 millones de euros.
El horario de verano establecido en todos los países
miembros de la Unión Europea finaliza en la madrugada del
domingo por lo que los relojes deberán retrasarse una hora.
Así, a las 3.00 serán las 2.00 horas en cumplimiento de la
Directiva Comunitaria que rige el denominado ‘Cambio de
Hora’.
Este cambio comenzó a generalizarse, aunque “de manera
desigual”, según se informa en una nota de prensa remitida
por la Delegación de gobierno, en el año 1974, cuando se
produjo la primera crisis del petróleo y algunos países
decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor
la luz del sol y consumir menos electricidad. Se aplica como
directiva desde 1981 y ha sido renovada de forma sucesiva
cada cuatro años.
Desde la aprobación de la Novena Directiva por parte del
Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión en enero de
2001, este cambio se aplica con carácter indefinido, el cual
se ha adoptado por entenderse que “el buen funcionamiento de
algunos sectores, no sólo el de los transportes y las
comunicaciones, sino también otros ramos de la industria,
requiere una programación estable a largo plazo”.
Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y
Ahorro de la Energía (IDAE), Entidad Pública Empresarial del
Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, el potencial de
ahorro en iluminación en España, por el cambio de hora,
durante los meses en los que éste ha tenido efecto, puede
llegar a representar un “5% del consumo eléctrico en
iluminación, equivalente a unos 300 millones de euros”,
continúa la nota. De esa cantidad, 90 millones
corresponderían al potencial de los hogares españoles, lo
que supone un ahorro de 6 euros por hogar; mientras que los
otros 210 millones de euros restantes se ahorrarían en los
edificios del sector terciario y la industria.
Ahorro energético
El IDAE destaca varias pautas de conducta que pueden ayudar
a evitar un consumo innecesario de energía, como sería abrir
las ventanas el tiempo necesario para ventilar las
habitaciones, apagar la calefacción por la noche, cerrar los
radiadores que no se necesiten, instalar burletes y
adhesivos en puertas y ventanas, poner, si es posible,
dobles ventanas o instalar válvulas termostáticas en los
radiadores.
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