No cabe la menor duda y ya lo
hemos dicho en temporadas pasadas que el arbitraje era el
punto negro de las competiciones de juveniles.
El tiempo nos está dando la razón, ahora más que nunca, tras
las famosas declaraciones de Mehdi y con la marcha que hoy
mismo llevan los equipos de Ceuta que militan en estas
categorías.
No era de recibo la poca vergüenza deportiva de un propio
Mehdi o de un Celadero cualquiera, que eran capaces de
arrasar y de destrozar a un equipo adversario, por el simple
hecho del paisanaje y de otras cosas que venían después.
Que se hayan cometido tropelías como se cometieron, de
terminar en veinte minutos con el mejor jugador de
cualquiera de los visitantes, eso un día y otro más, estaba
clamando a todos los cielos y ha bastado una “injusticia”,
descender a Mehdi, con más puntos que otros que se han
quedado en la categoría, para que todas las injusticias que
se habían venido dando, en los terrenos de juego,
desaparecieran, como por encanto.
En definitiva, que los despachos han podido con los terrenos
de juego.
La situación casi se ha normalizado, pero los que eran
partidarios, además de los árbitros, de estas “granujerías”,
ahí siguen, sin dar explicaciones de nada y con despacho, no
sé si secretaria también, a su disposición.
El Colegio de Árbitros, ahora Comité de Árbitros, desde hace
ya muchos años, es un sembrado sin vallar y los presidentes
van pasando, pero ni aumenta el números de colegiados, ni la
categoría de los colegiados de Ceuta progresa.
¡¡Qué lejos quedan aquellas palabras del difunto Pepe Cózar,
sobre el también fallecido Luis Jaramillo para que le
pudieran ascender!!. Y ascendió a primera división. Pero
entonces el Colegio de Árbitros del Norte de África tenía
peso, de verdad, se le oía, se le atendía y Ceuta y Melilla
tenían árbitros en todas las categorías nacionales, en parte
porque eran buenos colegiados y en parte, también hay que
decirlo, porque su presidente ponía el dedo en la llaga en
el momento que fuera preciso.
Hoy es distinto, hoy no pesa nada el Comité Territorial de
Árbitros de Ceuta y cada vez está yendo a menos, desde que
existía, al menos en teoría, la sospecha de que el propio
presidente de este Comité Territorial incitaba a sus
colegiados a hacer todo lo permitido y lo que no está
permitido para que, con trampas, los equipos de aquí se
mantuvieran, como fuera, en la categoría.
Estaba claro que los árbitros, algunos de ellos como Mehdi y
Celadero, por lo menos, estaban adulterando la competición y
la han adulterado, durante muchos años.
Pero la cosa no quedaba ahí, esa adulteración ocasionaba,
también, trampas a la hora de recibir sabrosas subvenciones,
con las que se hacía las cuentas del Gran Capitán un año y
otro. Por ahí hay alguna prueba de construcción que avala
todo esto.
Y este año, con árbitros, ni buenos ni malos, pero sí con
honradez, los equipos de Ceuta en esta categoría juvenil
están dando la nota. En dos partidos, dos equipos juveniles
de Ceuta han encajado 25 tantos y tan sólo han marcado 1.
¿Había tongo o no lo había? Las pruebas dicen que sí y lo
más notable es que haya sido uno de los adulteradores de la
competición el que haya denunciado, no sé si por alguna
inquina personal o porque a él le estaba tocando la parte
menor del pastel que se estaba repartiendo.
¿Hasta cuando el presidente de la Territorial de Fútbol de
Ceuta va a mantener al frente de los árbitros al señor
Soto?. Es la pregunta que está tardando en responder Antonio
García Gaona.
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