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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 19 DE OCTUBRE DE 2011

 

OPINIÓN / EL OASIS

‘Caballas’ nos odia
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

En el pleno celebrado el lunes, se puso especialmente en evidencia la tirria que le tienen los dirigentes de ‘Caballas’ a este periódico. Una aversión que está llegando a un extremo peligroso. Un peligro doble: el primero consiste en el daño que se están haciendo sus diputados al vivir obsesionados con la idea de acabar con ‘El Pueblo de Ceuta’; el segundo, que no es moco de pavo, es que viéndose frustrados puedan recurrir al matonismo. De modo que conviene airear el asunto antes de que suceda algo irremediable.

Los dirigentes de ‘Caballas’ concurrieron a la sesión plenaria con el único fin de meterle las cabras en el corral a Guillermo Martínez, portavoz del Gobierno, en lo relacionado con la distribución de los dineros de la Publicidad Institucional. Y fue Mohamed Alí el encargado de demostrar que su discurso contra la distribución estaba solamente encaminado a desprestigiar a este medio.

A medida que MA exponía sus argumentos se hacía más patente su odio cerval contra este periódico. No necesitaba, pues, mencionarlo para que todos supiésemos que la ira le podía contra nosotros. Contra todos los que hacemos posible que ‘El Pueblo de Ceuta’ se lea todos los días y muchas veces antes de que otro medio llegue a los quioscos.

La Publicidad Institucional es un elemento más de la comunicación pública que sirve a los poderes públicos para intercambiar y compartir información de utilidad con los ciudadanos. Y mientras cumpla los requisitos exigidos, en este caso, por el Gobierno local y se respete los principios constitucionales, el medio puede hacer con su línea editorial lo que le plazca.

Nunca pensé yo que MA, que tantas veces y durante años acaparó las páginas de ‘El Pueblo de Ceuta’, se pudiera convertir en perseguidor implacable de un diario que por ser privado no se le debe pedir imparcialidad. La imparcialidad es tarea correspondiente a los medios públicos.

Precisamente el lunes, el vicepresidente de Antena 3, Mauricio Carlotti, que algo sabrá del asunto, decía lo siguiente: “Los medios privados “son libres de ser parciales como les da la gana, suman el pluralismo que necesita el sistema”, y permiten al ciudadano elegir la fuente que da “la versión de la realidad que más le gusta” para informarse. También dijo que hay políticos que bajan la audiencia cuando aparecen en la pantalla. Que es lo que ocurre aquí en cuanto asoma por la televisión el careto del socio de Alí: Juan Luis Aróstegui.

Así que Guillermo Martínez no se dejó pisar el terreno cuando Mohamed Alí le habló en tono altanero y amenazante y conminándole a una votación absurda acerca de lo que se estaba debatiendo. Y respondió así: “La Publicidad Institucional transmite al ciudadano la información de su interés que la Administración considera como tal; las líneas editoriales son otra cosa y ahí yo puedo estar más o menos de acuerdo con su crítica”. Y acabó con esta revolera: “A mí también pueden no gustarme los artículos de opinión que escriben Aróstegui o Hamed”.

En rigor: lo que se ha puesto de manifiesto, una vez más, es que los dirigentes de ‘Caballas’ rezuman inquina contra ‘El Pueblo de Ceuta’. Y tratan de conseguir que haya nada más que un medio escrito en la ciudad. Misión imposible. Por más que sea la máxima aspiración de Aróstegui. ¿Por qué será…?
 

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