El Obispo de Málaga, Monseñor Jesús Catalá Ibáñez, durante
su estancia en nuestra ciudad para asistir al cambio en la
Vicaría Episcopal de Melilla, que desde el sábado ha pasado
de manos de Juan Manuel Barreiro a Roberto Rojo, negó ayer
que la Iglesia “se vaya de Melilla” tras el reajuste de
religiosos. Monseñor Jesús Catalá ha indicado que la
Congregación de los Padres Paúles y las Hermanas Mercedarias
de la Caridad dejan otras labores para hacer en la ciudad.
El religioso indicó que los Padres Paúles llevaban en
Melilla dos iglesias, una la de Santa María Micaela en el
Barrio de la Victoria y otra la de San Agustín del Real. En
la primera continuarán y en la segunda pidieron dejarla para
hacer su trabajo con los pobres. “Ahora han asumido dos
tareas nuevas que no tenían: una, la coordinación pastoral
del tema penitenciario y otra la coordinación pastoral de
las migraciones”. Así efectuarán su labor sobre todo en el
Centro Penitenciario de Melilla y en el Centro de Estancia
Temporal de Inmigrantes (CETI) después de reorientar su
trabajo en nuestra ciudad.
Por otro lado, destacó que las Hermanas Mercedarias de la
Caridad, que están muy vinculadas a San Vicente de Paúl,
desarrollan normalmente su labort en lugares de mayor
pobreza. La institución tiene unos lugares de asistencia,
con los más necesitados. “Si son cada vez menos en estos
momentos y tienen muchas casas abiertas, ellas prefieren
dedicarse a lo que es más propio suyo y dejar otras” indicó
Catalá.
El Obispo informó que estas monjas están en la Divina
Infantita, una residencia regentada por la administración
pública. Al ser así y contar ellas con casas de mayor
necesidad y de mayor pobreza “prefieren las obras propias
que las cosas que estaban haciendo”. En este sentido,
subrayó que “no es por tanto que la Iglesia se va marchando
de Melilla, sino que hay un reajuste, por razones de
personal y por razones de fidelidad y de mayor dedicación a
las obras propias”. En este sentido apuntó que “no se habían
entendido las noticias, lo que convenía clarificar esto”.
Asimismo, adelantó que la semana próxima vendrá un párroco
diocesano que se encargará de llevar la Iglesia de San
Agustín del Real.
“La parroquia que dejan los Padres Paúles para dedicarse a
otros campos específicos, lo asumirá un sacerdote diocesano,
lo que significará no solo que se abandona, sino que se
refuerza” resaltó el Obispo.
Por último, quiso puntualizar que no se debe confundir
religiones con cultura y en Melilla señala que hay dos
religiones mayoritarios, “la cristiana y la musulmana”.
Aclaraciones de todo tipo
La rueda de prensa que dio ayer Monseñor Jesús Catalá estuvo
llena de aclaraciones, la primera que no existe el “Obispado
de Málaga y Melilla”, como frecuentemente se dice, sino el
“Obispado de Málaga”, en el que se incluye Melilla como lo
hacen otras localidades de la Costa del Sol como Marbella y
Antequera. En el caso de nuestra ciudad apuntó que el
Vicario Episcopal es a su vez párroco de la Iglesia del
Sagrado Corazón y arcipreste de Melilla.
Además explicó que un vicario episcopal es aquel que tiene
una prerrogativas especiales del Obispado para una serie de
trámites y legalizaciones que son habituales en una
Diócesis, como es la legalización de los matrimonios. ¿Las
razones del cambio? El religioso apuntó que el anterior
vicario, Juan Manuel Barreiro, estuvo unos años en Venezuela
donde la Diócesis de Málaga tiene una misión formada por
tres curas desde hace 25 años, en la que atiende una zona
que “equivale a media Andalucía”.
“De allí vino uno y como Juan Manuel conoce el terreno y el
tema, estaba disponible al fallecer su madre hace unos meses
y manifestar su disponibilidad para regresar a la misión”.
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