A las patrulleras situadas en las dos fronteras marítimas
con Ceuta, Benzú y el Tarajal, las Fuerzas de Seguridad del
país vecino han añadido un nuevo puesto de control en
Beliones. Los gendarmes se han instalado hace
aproximadamente un mes en un edificio junto al paso
fronterizo, para cuyo control disponen de una embarcación
tipo zodiac.
El refuerzo llevado a cabo por Marruecos a partir de la
segunda semana del pasado mes de agosto en los medios de
control de las fronteras marítimas se ha intensificado en el
caso de Beliones, limítrofe con Benzú, con un nuevo puesto
fijo en tierra. Hace aproximadamente un mes que la
Gendarmería marroquí se instaló en un edificio junto al paso
fronterizo, aparentemente, una vivienda. En este nuevo punto
de control, y tal como ha podido comprobar este diario, los
agentes del vecino país disponen de una embarcación tipo
zodiac con la que interceptar a los inmigrantes a los que
sorprenda o de cuya presencia reciba aviso por parte de la
Benemérita, en sus intentos de acceder a territorio ceutí a
nado o a bordo de pequeñas embarcaciones de plástico, método
este menos frecuente hace años y el más utilizado desde el
comienzo de este verano.
El primer freno al constante goteo de entradas clandestinas
en territorio español por esta vía se puso por parte de
Marruecos con la ubicación fija de una patrullera de la
Armada Real en las inmediaciones del espigón del Tarajal, el
lugar por el que se habían venido produciendo hasta entonces
la práctica totalidad de las llegadas de inmigrantes. Otro
barco similar vigila también habitualmente la frontera en la
bahía norte.
Desde fechas recientes, la Guardia Civil colabora con los
agentes marroquíes con un nuevo aparato de señalización, un
láser, con el que les señalan a los subsaharianos que
detectan en el mar para que los intercepten antes de que
lleguen a aguas ceutíes.
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