Con motivo del Día Internacional de la Mujer Rural, el PSOE
de Ceuta quiere volver a poner en valor el papel de las
mujeres en el ámbito rural y reconocer su fuerza, su empuje
y su constante trabajo, indispensable para nuestra sociedad,
y que supone, entre otras muchas aportaciones, el avance
hacia un mundo más equitativo y justo.
En España el mundo rural no es sólo el pulmón que conserva
nuestro medio ambiente, sino también el que nos alimenta y
mantiene nuestros orígenes culturales más profundos.
Cuidarlo es una obligación imprescindible para nuestro
equilibrio social y nuestro mantenimiento, material y
cultural.
Como base de nuestro desarrollo, las explotaciones agrarias
tienen un papel fundamental. Pero en ellas, hasta ahora,
existía una clara discriminación: A pesar de que el 82% de
las mujeres del ámbito rural trabajaban en el campo, menos
del 30% de ellas eran reconocidas legalmente como titulares
y a ello se añadía la dificultad patente para gestionar
administrativamente dichas explotaciones.
Conscientes de esta inveterada situación de desigualdad, el
gobierno socialista preparó junto con los agentes sociales
interesados en la materia, la Ley de Titularidad Compartida
de las explotaciones agrarias, cuya finalidad es promover y
favorecer la igualdad efectiva entre hombres y mujeres en el
medio rural mediante el reconocimiento jurídico y económico
derivado de la participación de las mujeres en la actividad
agraria. Se calcula que 100.000 mujeres, sólo en nuestro
país, podrían ser beneficiarias de esta norma. Dicha Ley fue
aprobada por unanimidad el pasado mes de Septiembre y con
ello se acababa con este agravio ancestral de desigualdad.
Acercar los servicios sociales al mundo rural ha sido
también el empeño de los Gobiernos junto con la formación,
la educación, la sanidad, el empleo, la lucha contra la
violencia de género y el acceso a la prevención y protección
de las víctimas, el cuidado a las personas dependientes.
Ya estamos viendo, desgraciadamente, los recortes provocados
por los gobiernos, autonómicos y locales, bajo la gestión
del PP para asfixiar los avances que, en materia de derechos
civiles y sociales, había conseguido la ciudadanía española.
Su táctica de “no gestionar, privatizar y quejarse” no
llevar sino a la destrucción del Estado del Bienestar que
tanto nos ha costado construir.
Las mujeres rurales, ahora más visibles, ahora más
reconocidas y colocadas en posición de igualdad deberán,
como toda la sociedad española, elegir el próximo mes de
noviembre entre quienes las defienden y quienes intentan
relegarlas nuevamente a la oscuridad y el atraso.
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