Desde hace unos días, la prensa viene haciéndose eco de la
polémica surgida a raíz de la convocatoria de un proceso de
movilidad interna en el Hospital de Ceuta. En CCOO
entendemos que ha quedado patente que el objetivo principal
ha sido, desde el principio, el interés propio de los cargos
directivos. La movilidad ha sido una simple excusa, mero
envoltorio cuyo fin no era satisfacer el interés de los
trabajadores sino el del staff de dirección. Desde un primer
momento pensamos que la voluntad negociadora era nula, es
por eso que en ningún momento nuestro sindicato firma el
documento y el tiempo nos ha dado la razón.
La secuencia de acontecimientos ha sido la siguiente: la
dirección de enfermería propone a los sindicatos un borrador
de movilidad extraordinaria (destacar que, desgraciadamente,
todas las movilidades en el INGESA son extraordinaria ya que
se producen cada muchos años). Este documento es rechazado
de plano por CCOO por varias razones:
-Primero: No incluye a gran parte del personal del INGESA
(otras categorías que no sean de enfermería, interinos,
comisiones de servicio, personal del hospital militar que se
incorporara en breve...).
-Segundo: Si realmente hay voluntad de negociación no se
presenta un borrador hecho sino que éste se desarrolla
conjuntamente con los sindicatos.
-Tercero: La dirección de enfermería crea cuatro plazas que
no son asistenciales sino accesorias y dedicadas a temas de
gestión (tanto de recursos humanos como materiales) con lo
que indirectamente se aumenta el staff directivo en lugar de
aumentar las plazas asistenciales y aliviar la presión a la
que están sometidos los trabajadores.
-Cuarto: Parece evidente que personas en cargos directivos
pretenden ocupar esas plazas con lo que habría un claro
conflicto de intereses. Si parte de la dirección aspira a
ocupar alguna de esas plazas, no pueden ser ellos mismos los
que desarrollen la normativa que rija el proceso ni el
baremo que va a determinar quien ocupa cada plaza.
Tras un periodo de alegaciones (en el que nuestro sindicato
se niega a participar al considerarlo una pantomima) hay una
división entre los sindicatos con representación en el
INGESA. Por un lado firman su acuerdo con el documento
propuesto por la dirección: SATSE, SAE y UGT, mientras CCOO,
CSIF y USO no lo firmamos.
Hace unos 15 días termina el plazo de entrega de
documentación y a continuación se comienza el baremo, pues
bien, apenas transcurren tres días de baremo el señor
gerente comunica a la comisión de seguimiento del proceso
que el proceso de movilidad interna es un aspecto de la
potestad organizativa del director gerente y esto no es más,
a nuestro entender, que adjudicar, en último caso, las
plazas de forma arbitraria. Tras esto la totalidad de los
representantes de los trabajadores abandonan la comisión.
Ha quedado claro que la voluntad negociadora de la dirección
era nula desde un principio, CCOO no erró al negarse a
firmar el documento de movilidad y desde luego es patente
que la movilidad ha sido una mera excusa para colocar en
cómodos despachos a algunos cargos directivos. O sea,
después de comprobar (con la documentación aportada por los
trabajadores que aspiraban a esa movilidad) que algunos de
los participantes en el proceso, podían haber alcanzado
alguna de las plazas “polémicas”, la dirección, decide que
no va a dudar en usar su poder para adjudicar esas plazas a
quien mejor le parezca.
Tanto dirección de enfermería como la gerencia del hospital
han dado un espectáculo bochornoso que ha expuesto, ahora de
forma especialmente clara, que les mueve un interés propio y
no el buen funcionamiento del hospital o el interés de sus
trabajadores. Ha sido un proceso especialmente vergonzante y
desleal con sus trabajadores desde el momento en que los
propios directivos que han propuesto el proceso han sido los
que después lo han suspendido, eso sí, después de que todo
el personal entregara la documentación, y lo han hecho así
porque su objetivo no era la movilidad ágil y objetiva que
decía el documento, sino poder ocupar ellos mismos las
plazas que han creado. Es verdaderamente triste que,
existiendo servicios del hospital cuyos trabajadores
desarrollan su trabajo al límite de su capacidad física, la
gerencia no se preocupe de buscar mejoras a las condiciones
del trabajo y a la calidad de la asistencia sino que usen su
poder para crear plazas accesorias y perfectamente
prescindibles cuyo único fin es acomodar a algunos
directivos que, después de estar años organizándolo todo,
ahora buscan evitar volver a esos servicios que tan “bien”
han organizado. Tanto gerencia como dirección de enfermería
deben dar una explicación a sus trabajadores.
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