T.A. nació en Ceuta en 1996, pero desde hace cinco años
vivía en Marbella junto a su hermana y la madre de esta. El
pasado domingo salió de casa y no volvió. Al día siguiente
la Policía Nacional encontró su cadáver, con heridas
provocadas por el tiro de una escopeta en la cara, en el
arcén de la carretera que une Marbella con Ronda. Ayer, el
presunto autor del crimen fue detenido. Mientras, su familia
recogió el cádaver para viajar a Ceuta, donde
previsiblemente será enterrado hoy.
El pasado domingo por la noche un joven de 15 años ceutí, de
origen marroquí, fue asesinado en Marbella. La Policía
Nacional encontró el cadáver al día siguiente, el lunes a
las 10.00 horas los agentes hallaron el cuerpo de T.A. en el
arcén de la carretera que une Marbella y Ronda, aunque según
informaba Efe, la investigación policial apunta a que el
cuerpo fue trasladado desde el lugar del crimen. Después de
dos días de investigación, ayer, un hombre fue detenido como
presunto autor del asesinato. El individuo era el
propietario de la finca donde, al parecer, el fallecido
había entrado por la noche tras saltar la valla que cercaba
el recinto. Una línea de investigación, que según confirmó
la hermana de la víctima, la familia aún desconoce. Y es
que, la joven destaca que la falta de información ha sido
una constante desde que la llamaron para comunicarle el
fallecimiento de su hermano. Ayer, ella y su madre
recogieron el cadáver de T.A., para traerlo a Ceuta, donde
previsiblemente hoy será enterrado.
El joven, al que todos los medios de comunicación se han
referido como de origen marroquí, nació en Ceuta en 1996.
Desde entonces y hasta hace cinco años residió en Miramar
Bajo, donde se encuentra su familia, que ayer se mostró
visiblemente afectada por lo sucedido. Ya en 2006, el menor
y su hermana se trasladaron a Marbella junto a la madre de
la chica.
El joven, según cuentan en su antiguo barrio, era un buen
estudiante y le encantaba el deporte. Su hermana también
comentaba su “pasión” era el ciclismo. Por ello, no se
explica cómo acabó en la finca de San Pedro de Alcántara,
donde presuntamente el detenido le quitó la vida tras
dispararle con una escopeta. La joven, que atendió a este
medio ayer a través del teléfono, contaba cómo el mismo
domingo por la noche había hablado con su hermano, que le
dijo que estaba volviendo a casa, “algo que nunca sucedió”,
decía rota por el dolor.
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