La Guardia Civil conmemora el próximo miércoles la
festividad de su patrona, la Virgen del Pilar. Para celebrar
tan importante día para este cuerpo, ha organizado una serie
de actos lúdicos, culturales, deportivos y festivos. El
primero de ellos, y probablemente uno de los más especiales
de los últimos años, es una exposición pictórica sobre los
167 años de historia de la Benemérita reflejados en la
evolución de su uniformidad.
Esta muestra fue inaugurada anoche en la Sala de
Exposiciones del Club Marítimo, y permanecerá abierta hasta
el próximo 13 de octubre, en horario de 17,30 a 20,30 horas.
La Comandancia de la Guardia Civil estuvo ayer arropada
durante la inauguración por el delegado del Gobierno,
Antonio María Claret, y por el comandante general, Álvaro de
la Peña, así como por el consejero de Medio Ambiente, José
Ángel Calabuig, que acudió en representación de la Ciudad
Autónoma. Mucha gente acudió a la apertura de la muestra,
que repasa en 80 cuadros la evolución que ha experimentado
desde 1844 hasta nuestros días la vestimenta de la Guardia
Civil.
El autor de la obra es Antonio Martínez Valverde, un agente
de Almería que lleva acumulados 39 años de servicio y que
forma parte de la quinta generación de guardias civiles de
su familia. Su afición por la pintura ha sido completamente
autodidacta, y en cuestión de 3 ó 4 años ha conseguido
reflejar en sus pinturas un resumen de todos los uniformes
que ha lucido la Guardia Civil desde su época fundacional,
gracias a la información que ha obtenido de las
publicaciones que existen sobre el Cuerpo y de Internet. Sus
cuadros no habían sido expuestos hasta ahora, ya que han
estado depositados en su casa. Por eso ayer no podía ocultar
su gran satisfacción tras ver cómo sus obras eran objeto de
la curiosidad de quienes visitaron ayer la muestra, e
incluso mostró su deseo de que a partir de ahora, los
cuadros puedan seguir expuestos, a ser posible en la
Comandancia de la Guardia Civil de Melilla.
Quienes visiten esta exposición podrán conocer muchos
detalles sobre la uniformidad del Instituto Armado, con
detalles muy peculiares como, por ejemplo, las órdenes que
había en el siglo XIX respecto a la higiene de los guardias
o incluso cómo debían lucir el rostro, ya que era
obligatorio que llevaran bigote pero no “a lo Charlot”. Otro
de los aspectos más curiosos de la muestra era el uniforme
específico que había para la Guardia Civil en Ceuta, Melilla
y Larache en 1913, cuando se estableció que en estas zonas
fuera de color caqui en lugar de verde.
El teniente coronel jefe de la Guardia Civil en Melilla,
Ambrosio Martín Villaseñor, alabó esta exposición porque es
“tremendamente completa” y permite que los ciudadanos
conozcan un poco más de cerca el Cuerpo, presente en nuestra
ciudad ininterrumpidamente desde 1897.
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