La respuesta policial no se ha hecho esperar desde que se
adoptaron las medidas en la reunión que se mantuvo el pasado
martes con las dos administraciones involucradas. Mientras
los agentes del Cuerpo Nacional de Policía trabajan dentro
del Príncipe, los accesos están controlados durante las 24
horas por la Guardia Civil, con la colaboración de la Local.
Las primeras escaramuzas tuvieron lugar por la tarde cuando
el control policial en una de las salidas sufrió el
lanzamiento de piedras que provocó la respuesta de la
Guardia Civil con varios disparos disuasorios de material
antidisturbios.
La presencia policial en el Príncipe y sus aledaños es ya
constante, tal y como se acordó en la reunión mantenida este
martes por las dos administraciones en la Delegación del
Gobierno. De hecho, es patente el despliegue de las Fuerzas
y Cuerpos de Seguridad por las zonas.
La Guardia Civil, con agentes de la Judicial, de Seguridad
Ciudadana y de la Cinológica, se distribuyen por los cuatro
accesos al Príncipe, que están controlados por la Benemérita
durante las 24 horas. Eso sí, en buena parte del tiempo
permanecen acompañados, a modo de refuerzo, por agentes de
la Unidad de Intervención Rápida de la Policía Local, a
excepción de los horarios de salidas de colegios e
institutos, el botellón del viernes y el descanso dominical.
Y ahí estará la Guardia Civil mientras el Cuerpo Nacional de
Policía actúa en la zona de su competencia, en el interior
del Príncipe, y con la garantía de que en caso de necesidad
entrará la Benemérita en apoyo de la Nacional. Todos a una
en materia policial y lucha contra la violencia.
Investigación conjunta
Otra de las situaciones que se ponen en valor, para
garantizar el éxito de las investigaciones entorno a las
bandas que operan en el barrio y en los alrededores, es que
tanto Policía Nacional como Guardia Civil compartirán
información de sus investigaciones. El Instituto Armado
puede ofrecer mucha ayuda en relación al uso de las armas,
cuya gestión es de competencia directa. De hecho en sólo
horas se ha logrado avanzar notablemente en las
investigaciones.
En estos momentos, tanto Policía Nacional como Guardia Civil
trabajan conjuntamente en el esclarecimiento de los hechos
que culminaron con la muerte de un joven de 32 años, Tarek
Mohamed, en un cafetín del barrio la pasada semana.
Uso de armas
Se avanza en detalles trascendentes en relación a las armas
empleadas. El hecho de haberlas significa que las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad se impliquen decididamente en la
búsqueda de ellas y tanto Policía como Guardia Civil
realizan sus gestiones en relación a ello.
En los últimos eventos con armas de por medio, se han venido
empleando pistolas tipo Bereta o Astra del calibre 9
milímetros y algún revólver de reducida pulgada, pero hasta
ahora no se conocía el uso de un arma de este tipo tan
potente que sirvió para asesinar a Tarek. Todo indica que se
trataría de un revólver de 6 pulgadas del calibre 38. Algo
parecido a la que empleaba Clint Eastwood en ‘Harry el
sucio’.
Primeras escaramuzas
La presencia intensa de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
del Estado ya ha provocado la primera escaramuza en el
barrio. En el mismo cruce de acceso a las naves, la Guardia
Civil y UIR han intensificado el control. Sobre esa zona han
caído piedras y, como consecuencia, se han tomado medidas de
seguridad extras. Varios agentes de refuerzo de la
Benemérita han ocupado puestos elevados y, pertrechados con
material disuasorio, han disparados varias pelotas de gomas
sobre algún grupo de individuos que trataban de impedir el
control.
Los agentes saben que la situación acabará muy tensa.
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