No hay una Comisaría en las 3.000 viviendas de Sevilla,
tampoco en la Palmilla de Málaga y si, de comparar se trata,
tampoco tiene porqué haberla en el Príncipe. Decir esto es
ir contracorriente de la opinión de una masa acostumbrada a
pedir y a pedir, pero también de los políticos que no
afrontan, por temor, la decisión de decir no y explicar las
motivadas razones que existen. Se opta por tirar por la
calle de en medio y decir que se ‘activará la inciativa
de...’ Ya, y con qué dinero. La nueva Jefatura cuesta 6
millones, la virtual comisaría del Príncipe costaría 3
millones. Y a esto añádase el sistema de seguridad a emplear
en el entorno de la instalación. Porque se quiera o no, no
estará en la calle Real. La seguridad en el barrio no se
gana con una comisaría. Se gana desde la familia, desde los
vecinos, desde la inculcación de valores cívicos y desde la
autoridad judicial y policial llegado el caso.
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