El ministro del Interior, Antonio
Camacho ha visitado a su homólogo marroquí, Taieb Cherkaui
en Rabat para tratar sobre los asuntos en los que ambos
países tratan: Inmigración, terrorismo internacional y
narcotráfico. Podría pensarse que Camacho iba a afear al
ministro marroquí la evidente inacción marroquí en el freno
de la inmigración que ha presionado a Ceuta y Melilla este
pasado verano. Presión que se ha desvanecido en territorio
ceutí, pero no en el melillense y que ha provocado una
preocupante sobreocupación de sus CETI. Pero no fue asi, al
menos, oficialmente. En un comunicado conjunto España
reconoce todo lo bien que hace Marruecos sus deberes
bilaterales y que, en cualquier caso, el repunte migratorio
en las dos ciudades autónomas ‘no tiene importancia’ “porque
hay mucha menos presión que en 2007”. No es que haya que
estar a la gresca siempre, pero cada uno en su sitio y con
máximo respeto sí.
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