Los niños y adultos pueden mostrar diferentes modos de
reaccionar frente al estrés, además el estrés juega un papel
importante en las causas y el mantenimiento de problemas
emocionales, lo que es especialmente también cierto en los
niños. Tanto los padres, profesionales de la salud y
profesores, así como las personas que están presentes en las
relaciones del niño, deben acercarse a la compresión del
estrés en los niños, para tener un mejor panorama de la
salud mental del niño en la familia, relaciones sociales y
el funcionamiento escolar.
Para acercarnos al estrés en los niños, debemos estar
alertas a cuatro aspectos muy importantes que nos orientarán
tanto en la observación de los niños como en las formas de
tratar de ayudarlos:
• Los estresores que afectan al niño (¿qué eventos o
estímulos están estresando al niño?)
• La percepción del niño sobre los estresores (¿el niño cree
que no podrá hacer frente a los estresores?, ¿qué piensa
sobre la posibilidad de controlar lo que le sucede?).
• El impacto del estrés sobre las áreas de funcionamiento
del niño: desempeño escolar, relaciones sociales y
familiares, salud física.
• El comportamiento que adopta el niño para ajustarse al
estrés. (¿El niño estresado reacciona con comportamientos
aleatorios?, ¿Qué tipo de patrón de conducta al estrés está
adoptando el niño?)
Estos elementos deben ser considerados puntos clave para la
investigación, la intervención terapéutica y la prevención.
La observación del niño, sea por un especialista, profesor o
padre de familia, debe estar orientada por estos cuatro
puntos de referencia.
Las causas mas frecuentes para el estrés infantil pueden ser
las siguientes:
• Pérdida de algún padre (por fallecimiento o divorcio).
• Orinarse en clase.
• Perderse; ser dejado solo.
• Ser molestado por niños mayores.
• Ser el último en lograr algo.
• Ser ridiculizado en clase.
• Peleas entre los padres.
• Mudarse a un nuevo colegio o salón.
• Ir al dentista o al hospital.
• Pasos y exámenes.
• Llevar a la casa un reporte negativo del colegio.
• Romper o perder cosas.
• Ser diferente (en algún aspecto).
• Un nuevo bebé en la familia.
• Hacer algo ante un público.
• Llegar tarde al colegio.
Obsérvese que un número de estresores relativamente
importante proviene del contexto escolar.
PREVENCIÓN
¿Es posible prevenir la aparición de este trastorno en los
niños? Según los expertos del gabinete psicológico CBP
Psicólogos, de Madrid, El mejor modo de evitar su aparición
es dar al niño una vida afectiva equilibrad. Además, es
importante que el niño tenga amigos y juegue, que se
relacione y no pase el día ocupado en actividades
extraescolares. La prevención es difícil, e incluso existen
muchos niños que presentan la sintomatología de estrés y no
están diagnosticados ni tratados. Lo habitual es recurrir al
psicólogo cuando ya hay un trastorno claro que produce
problemas al niño, la familia y el entorno escolar. Además,
aclara que existen pruebas de diagnóstico de estrés
infantil, aunque suelen realizarse cuando ya se sospecha su
existencia, no de manera preventiva.
Una vez diagnosticado, ¿qué puede hacerse? Desde CBP
Psicólogos proponen que el problema no sólo lo aborden el
psicólogo y el niño, sino que participe toda la familia, ya
que cuando las dificultades se presentan en la niñez “es
necesario contar con los padres, tanto para entender lo que
está viviendo y sufriendo su hijo, como para que puedan
formar parte de la solución”. El psicólogo debe valorar el
tipo de ansiedad y el grado de depresión que tiene el menor
para poder actuar sobre los síntomas con diversas técnicas,
que en este caso suelen ser:
• Relajación
• Auto instrucciones
• Reestructuración cognitiva: Es necesario llegar a la causa
del estrés y evaluar de qué modo interpreta el niño los
problemas para poder darle soluciones.
El estrés infantil tiene solución tras el paso de los niños
y de la familia por la consulta de un especialista, la
evolución suele ser muy buena, y en pocas sesiones se
consigue eliminar los síntomas y manejar las técnicas para
prevenir el estrés.
¿Cómo deben actuar los padres? ¿Y los niños?
Los padres pueden ayudar a sus hijos a controlar el estrés
de la siguiente manera:
• Dando al niño un hogar seguro y pasando tiempo con él,
ratos tranquilos y relajados.
• Alentando al niño a hacer preguntas, así como a expresar
sus inquietudes, preocupaciones y miedos.
• Escuchando al niño sin criticarlo.
• Construyendo los sentimientos de autoestima del menor,
utilizando estímulos y afecto, y tratando de que se
involucre en situaciones en las que pueda tener éxito.
• Dialogando y conociendo qué situaciones estresan a su
hijo.
• Reconociendo los signos de estrés no resuelto en el niño.
• Manteniendo al niño informado de los cambios que se van a
producir en la familia, ya sean la llegada de otro hermano,
un cambio de trabajo o un traslado de lugar de residencia.
• Alentando al niño a hacer ejercicio.
• Buscando ayuda o asesoramiento profesional cuando los
signos no disminuyan ni desaparezcan normalmente.
Un niño puede controlar su estrés siguiendo estas pautas:
o Hablando de sus problemas con sus padres, pero si no es
posible, con alguien en quien pueda confiar.
o Relajándose: Escuchando música suave, dándose un baño con
agua caliente, cerrando los ojos y respirando profunda y
lentamente. También puede tomarse un tiempo para estar solo.
Además, puede dedicar tiempo a disfrutar de su actividad
favorita: leer, pintar.
o Haciendo deporte
o Fijándose expectativas realistas: realizar sus actividades
lo mejor que pueda y recordar que nadie es perfecto y que no
es posible hacerlo todo bien.
o Aprendiendo a quererse y a respetarse a sí mismo y
respetar a los demás.
BIBLIOGRAFÍA
AJURIAGUERRA, J. de (1993) Manual de Pisiquiatria Infantil,
Masson, España.
PIAGET, J. (1987), El criterio moral en el niño, Ed.
Martínez Roca,Barcelona.
TRIANES, M. V. (1999), Estrés en la infancia, Narcea
Ediciones, España.
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