OPINIÓN - DOMINGO, 2 DE OCTUBRE DE 2011

¿Hacen falta más policías en Ceuta?

Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
 

Tras cada acto violento, máxime cuando es susceptible de causar una grave alarma social como ha sido el asesinato de Tareq Mohamed, los ciudadanos claman exigiendo “más policías”, es decir una mayor presencia policial en las calles a modo de disuasión para con la delincuencia. Y esta demanda ciudadana no es exclusiva de Ceuta, sino que por el contrario se puede afirmar que es una aspiración común en toda España dado el brutal incremento de los delitos por la llegada de bandas y mafias extranjeras. Y no voy a referirme a robos con violencia en casa habitada, tan solo el detalle del diario publireportaje en Tele 5 a la hora de mayor audiencia en una pausa del programa “Sálvame” donde una presentadora recuerda que muchos famosos han sufrido atracos en sus domicilios y da como única solución el contratar una alarma, consejo que comparte con los televidentes todos en situación de riesgo y atemorizados por las bandas del Este. Reformas necesarias de las leyes penales a parte, del Ministerio del Interior siempre se responde que “no se puede poner un policía en cada calle de España” a lo que muchos ciudadanos responden que si no se es capaz de controlar las fronteras ni controlar a los delincuentes habrá que poner un agente por calle ¿Que problema hay?. Aspirantes sobran y hay muchos jóvenes preparados que aspiran a encontrar un empleo digno (mal pagado pero digno) y en cuanto al presupuesto se trata de administrar los activos y dejar de despilfarrar el dinero de los españoles para dedicarlo a conceptos que son imprescindibles como es la seguridad ciudadana, porque nos va la vida en ello. Pero de seguridad ciudadana pienso que se hablará largo y tendido en el periodo electoral y se aportarán soluciones concretas a problemas concretos que nada tienen que ver con “la crisis” porque los parados ni roba ni delinquen, así que nada de excusas infantiles y facilonas. Porque lo que es anormal es que según ha expuesto el profesor valentín Ramos del instituto de Medicina Forense de Málaga, tan solo en esa provincia en el periodo que va desde el 2004 al 2010 se produjeron 97 homicidios con arma de fuego y se especifica lo del arma de fuego porque no entran los apuñalamientos ni otro tipo de muertes violentas y eso viene a significar unos 16 muertos al año por esa modalidad específica delictiva. Afortunadamente en Ceuta las estadísticas no resultan abrumadoras en cuanto a asesinatos, pero al ser una ciudad pequeña en la que nunca ha desembarcado, por sus peculiaridades geográficas, ni las mafias internacionales ni las grandes bandas extranjeras, los sucesos trágicos que acontecen provocan una gran alarma social y constituyen un auténtico trauma para la ciudadanía, que no está acostumbrada ni tiene por que acostumbrarse, a la violencia extrema que se da en otros puntos de la geografía. Aquí nunca han habido ajustes de cuentas con colombianos. Ni kosovares.

Pero precisamente por su tamaño y por sus particularidades que nos han librado de la llegada de delincuencia extranjera a la que se califica como “dura” y al tratarse la de aquí de una delincuencia enquistada y muy concreta, la labor policial suele siempre dar sus frutos. Aunque ayudaría en las investigaciones la implantación de sistemas de video vigilancia y la proliferación de cámaras, amen de un incremento en la plantilla aunque puedo constatar que la presencia policial en las calles en constante y muy notoria, infinitamente superior a la de muchas ciudades del resto de España. Pero para que la labor policial sea fructífera las leyes han de reformarse, que la reincidencia sea aún más circunstancia agravante y como es lógico construir más cárceles y más psiquiátricos penitenciarios para atender a la demanda de los usuarios. No hay que olvidar que el mayor elemento disuasorio para los delincuentes es la dureza de las condenas y el cumplimiento íntegro de las mismas, con un Código Penal merengoso que permite que se encuentren en libertad delincuentes que atesoran más de cien antecedentes, la disuasión de las penas es más bien escasa. Y “si entran por una puerta y salen por la otra” ¿Con qué moral y con qué motivación trabaja la policía en un país donde, para mayor escarnio, la legítima defensa es una entelequia?, Fallan las leyes y falla un Sistema caduco que pide a gritos una regeneración y un cambio radical, de ahí que inquiete el que la próxima campaña parezca circunscrita a factores económicos y a creación de empleo, cuando existen temas igualmente acuciantes. A las bandas y a las mafias no les afecta la crisis. Y se pueden crear cinco millones de empleos y recuperar la prosperidad pero si no se ataja la inseguridad ciudadana y la escalada delictiva la riqueza tan solo supondrá el que los criminales tengan más que robar.