El pasado año se cumplieron diez
años desde que las últimas Comunidades Autónomas asumieron
las competencias de Educación. Un grave error transferirlas
a las mismas, cuyas consecuencias se han puesto de
manifiesto con grave perjuicio del Sistema. Pues bien, en
una década, el esquema socialdemócrata ideado por el
Gobierno Socialista saliente de las elecciones de 1982, es
irreconocible para los que lo crearon.
El PSOE ideó un sistema público, que se apoyaba de manera
subsidiaria, en la Escuela Concertada sostenida con fondos
públicos para universalizar la enseñanza básica gratuita.
Como no podía ser otro el culpable, el PP, ha desarrollado
en las Comunidades de Valencia y Madrid, el Decreto de
Conciertos, minando poco a poco el Principio de Igualdad de
Oportunidades.
Según se desprende de los acontecimientos actuales, en
Madrid, “el ejemplo extremo de la diferenciación en la
concepción de este tipo de conciertos, donde están marcados
ideológicamente”.
Al parecer, el Gobierno de la Comunidad de Madrid ha llegado
incluso a concertar Colegios del OPUS DEI, hasta llegar a
una presencia en la escuela concertada y privada del 45,8%
del alumnado. Sin embargo, estos centros privados, pagados
con los impuestos de todos los contribuyentes, sólo educan
al 17,8% del alumnado inmigrante.
Conviene tener presente que, la media de escolarización de
extranjeros en la escuela concertada en España, es del
14,1%. El resto está en la pública. Este dato refleja que el
papel de la escuela pública ha pasado de prioritario a
asistencial sin que el Ministerio de Educación haya hecho
nada para frenarlo. El Gobierno no ha conseguido evitar que
los Colegios Concertados seleccionen a sus alumnos en una
década en la que los estudiantes extranjeros –generalmente
de familias desfavorecidas- han pasado de 141.916 en el
curso 2000-2001 a 770,369 en el curso pasado.
Por lo tanto, la elección de alumnos en la concertada ha
impulsado una doble red de enseñanza sostenida con fondos
públicos, que avanzan a doble velocidad. Las clases medias
han huido de la red pública hacia la concertada.
El deterioro de la escuela pública y el mensaje lanzado a
los medios de que ese modelo no funciona, obliga a los
padres a entregar el control de sus hijos.
El Gobierno trató de pactar con el PP la regulación de los
conciertos educativos para evitar la discriminación en la
matriculación. Pero el diálogo, como no pudo ser de otro
modo, fue un fracaso. Entonces surgieron voces que exigieron
al Ministerio de Educación un golpe sobre la mesa que
recuperase el control en algunas Autonomías. Se trataba de
regular un decreto de conciertos, pero el adelanto electoral
ha imposibilitado su aprobación, por lo que habrá que
esperar el devenir de los acontecimientos.
Todo gira en torno a la crisis. ¿Puede ser que unas
políticas de austeridad, en lugar de remediarla, lo que haga
sea perpetuarla? Según un estudioso del tema, señalaba que
la parte fundamental de los recortes en gastos públicos
recae sobre la educación, aunque “dejar sin trabajo a
cientos de miles de maestros no parece el mejor modo de
conquistar el futuro.”
“Lo más grave es que estos recortes se nos presentan como
una medida transitoria, como una consecuencia obligada de la
crisis, superada la cual todo volverá a ser como antes,
cuando en realidad hay motivos fundados para sospechar que
de lo que se trata es de aprovechar la crisis para realizar
una reforma de la educación, en la que sólo se mantenga como
gratuita, una enseñanza destinada a formar “peonaje”,
mientras la formación superior se reservará a quienes puedan
costearse las elevadas tasas que habrán de exigir unas
nuevas universidades que recibirán cada vez menos recursos
públicos.
Para José Mª Maravall, ex-ministro de educación (1982-1988),
y “padre” de la LEY ORGÁNICA DEL DERECHO A LA EDUCACIÓN
(LODE), aprobada en 1985, todo esto le lleva a preguntarse
cómo la izquierda ha permitido que un sistema ideado para
garantizar la igualdad de oportunidad haya acabado tan
desvirtuado.
Añade que el Estado tiene en sus manos la Constitución, que
en su artículo 139 atribuye al Estado la regulación de las
condiciones básicas que garanticen la igualdad de todos los
españoles en el ejercicio de su derecho. Además, las normas
básicas referidas al derecho a la educación y la libertad de
enseñanza, así como las condiciones para obtener y expedir
títulos. Esos son los poderes. El Decreto sobre Concierto de
1985 tiene carácter básico. Es que, hasta una orden
ministerial, si regula una condición básica es de obligado
cumplimiento. Además, para garantizar el cumplimiento de las
leyes, el Estado debería recuperar un instrumento
fundamental que es de la alta inspección.
La plataforma “Mejora tu Escuela Pública” plantea aumentar
la calidad de la enseñanza obligatoria con más autonomía de
los centros y reivindica la necesidad de una escuela
gratuita de calidad, porque es la que puede encargarse de
atender a la enorme diversidad de situaciones de quienes no
pueden pagarse una educación privada.
Cuando se acaba la educación obligatoria llega el instituto,
sea en forma de Bachillerato o de FP. La Unión Europea se
propone que el 85% de la población siga alguna de estas
enseñanzas con titulación.
Colegio, Instituto, Universidad. Este es el camino natural
para algunos alumnos, pero no para la mayoría. Sólo
alrededor de un 40% llega a los estudios superiores en
España, según la OCDE. La obligatoriedad aquí queda muy
lejos. La gratuidad, no tanto. Porque aunque hay que pagar
unas tasas, la mayor parte de la matrícula está financiada
por los contribuyentes.
En los momentos actuales, quizás por la crisis que estamos
padeciendo, se producen movimientos de protestas por
recortes presupuestarios y despido de importante cantidad de
docentes. Los más optimistas piensan que todo pasará y se
recobrará la normalidad.
En mi caso, y no podía ser de otra forma, dada mi
procedencia, vinculado durante toda mi trayectoria
profesional a la escuela pública, me siento esperanzado
porque los actuales problemas se resuelvan.
Aún recuerdo con nostalgia mis primeros pasos en aquella
escuela que me asignaron. Existía una antigua enseñanza
Primaria, donde la escolarización del alumnado empezaba sin
pasar por un Parvulario o Educación Infantil y finalizaba
cuando se cansaban de estar en el Colegio o hacían falta en
su casa para trabajar, o bien, casos limitados, aquellos
que, superando una prueba, a los diez años, ingresaban en un
Instituto, para iniciar sus estudios de Enseñanza
Secundaria. Todo en Colegios Públicos.
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