Los vientos alcanzaron ayer hasta los 35 kilómetros por
hora, circunstancia que llevó a la Agencia Estatal de
Metereología a instaurar la alerta amarilla por fenómenos
costeros. Con tal panorama en las aguas, revueltas por el
aire, el barco de la naviera FRS se quedó en puerto y por
tanto la compañía tuvo que cancelar todas las salidas
previstas para ayer. Mientras que hoy, la empresa de
transportes esperará a ver como se desarrolla el tiempo para
decidir si su barco zarpa, aunque las previsiones de la
AEMET no eran muy favorables. Por su parte, tanto Baleària
como Acciona estuvieron operando durante el día de ayer.
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