Asistimos en estos últimos días de zapaterismo militante, a
los primeros días del post zapaterismo escalofriante. El
candidato socialista lleva días aireando, allí donde le
quieran oír, las consignas siguientes:
. os vais a enterar con los recortes del PP.
. el PP quiere liquidar la sociedad del bienestar.
. el PP pretende suprimir las conquistas sociales.
. el PP es el partido de los ricos y por eso no quiere
aumentar el impuesto de patrimonio.
Estas y otras simplezas intentan crear un ambiente de
prevención contra las, previsiblemente duras pero
imperativamente imprescindibles, medidas de ajuste económico
que tendrá que adoptar el PP si llega a poder gobernar
finalmente el país.
No son sólo tonterías, son básicamente gilipolleces mal
intencionadas que intentan lanzar una cortina de humo sobre
la existencia de cinco millones de parados, sobre la
existencia de grandes bolsas de pobreza, sobre el
empobrecimiento radical de la clase media y sobre el
resquebrajamiento del sistema económico.
Sólo con mencionar la creación de cinco millones de parados
sería suficiente para reconocer al PSOE y a su gobierno
durante estos siete años, como el principal liquidador de la
sociedad del bienestar; sobre todo para los trabajadores que
no cobran subsidio o los autónomos que han perdido la
cobertura de la seguridad social.
Sólo con mencionar las disminuciones de plantilla en los
centros de enseñanza y en los centros sanitarios durante
estos siete años llevadas a cabo por el PSOE y su gobierno,
sería suficiente para reconocerlos a ambos como los
principales responsables del radical empeoramiento de dos de
las mas importantes conquistas sociales: la educación y el
sistema de sanidad públicos.
Solo con hacer un poco de memoria histórica recordaríamos
quiénes fueron los autores de los recortes de pensiones y el
aumento de la edad de jubilación; el PSOE y su gobierno. ¿O
es que ya no nos acordamos de la huelga general de CCOO,
sindicato trabajador, y de UGT con cien años de honradez?
Acaso aquellos no fueron recortes porque los realizó un
supuesto partido progresista y de izquierdas y se los
tragaron unos sindicatos verticales de derechas y
completamente subyugados por la subvención como UGT, con
cien años de honradez y CCOO, sindicato trabajador.
Vaya hipocresía asquerosa y maloliente que se gastan los
candidatos socialistas y su partido. Señores y señoras un
poco de seriedad y no tomen al electorado español por memos
y mentecatos, porque a pesar de 22 años de su LOGSE, hasta
los más jóvenes del lugar, lo mismo que los mas viejos,
tenemos suficiente sentido común para entender un simple
truco electoralista y demagógico.
El mismo presidente Zapatero que tildaba de antipatriotas a
los que alertaban de la crisis y pedían a gritos rapidez
para adoptar medidas, lo que habría evitado la inimaginable
gravedad de la situación que ahora sufrimos, es el que en su
última intervención pública, manifestaba que “saldremos de
la crisis más pronto que tarde y que no hay honor mayor que
presidir España”. ¡Habráse visto mayor ejercicio de
fariseismo político¡
Usted no tiene ni la menor idea, ni la ha tenido nunca, de
la situación económica, social e institucional en la que nos
ha metido. Y lo que es mas grave, le importa una mierda.
Es usted, y esto sea dicho con el mayor de los respetos y
sin ánimo de molestar, la peor pesadilla que le ha ocurrido
a nuestra nación desde Fernando VII; ha sido usted,y reitero
que con el mayor de los respetos, el presidente de gobierno
de España más nefasto de nuestra Historia contemporánea.
Que es un honor ser presidente de España es cierto, que
usted considera un honor el haberlo sido, no me cabe duda;
pero que para España el honor haya sido recíproco es más que
dudoso. Y lo digo porque, y de nuevo hago uso de la memoria
histórica, fue usted el que dijo que el concepto de España
era algo discutible y discutido; así que a buen entendedor…
Por cierto que lo dijo para facilitar la vigencia de un
Estatuto de Cataluña, cuya aprobación usted pensaba que le
garantizaría el control de una holgada mayoría electoral a
través del PSC. Ni por esas acertó usted.
A esto es a donde nos lleva tener memoria histórica a
acordarnos de los hechos y no de fantasías vacías.
Por cierto y en relación a la famosa ley de memoria
histórica. Nací en 1956 y tuve la suerte de tener unos
padres estupendos que sufrieron durante la guerra civil y,
además vivieron la segunda guerra mundial en primera
persona, ni más ni menos que otros millones de personas en
el mundo. En mi familia hubo liberales y franquistas,
socialistas y comunistas, falangistas y algún anarquista.
Muertos de las dos Españas también hubo, y represaliados
como mi abuelo torturado en la famosa Checa de Fomento en
Madrid.
He vivido el franquismo, la transición y la democracia y
rindo tributo a cuantos, desde una u otra posición
ideológica , con responsabilidades políticas o sindicales, o
sin ninguna de ellas supieron renunciar a antiguos rencores
para construir la sociedad de libertades que hoy
disfrutamos. Permítaseme, lo mismo que hizo usted en otro
sentido, rendir tributo a mi padre, que como militar y
soldado arriesgo con honor su vida; pero también supo como
ciudadano y hombre de bien perdonar y seguir adelante. Pero
también y del mismo modo, rendir el mismo tributo a mi madre
que supo sufrir los horrores de la guerra y esperó siempre
con fe inquebrantable a que él volviera.
Ambos tuvieron lo que usted nunca tendrá: el honor de ser
españoles de corazón. Españoles que por serlo, encarnando lo
pasado, nunca lo dieron por bueno.
Su memoria histórica no es más que puro sectarismo
ideológico, burdo panfletarismo de izquierdas acunado por
odio y frustración.
Lo siento, para ser presidente de España hay que serlo de
todos los españoles, y eso no lo ha conseguido usted ni de
lejos.
Como decía mi madre, que Dios le dé tanta salud como
descanso nos deja.
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