Un hombre, imputado por un delito contra el derecho de los
ciudadanos extranjeros, es decir, inmigración clandestina,
escapó ayer de las instalaciones judiciales antes de ser
condenado por el tribunal de la Audiencia Provincial ya que
la Fiscalía le ofreció una pena de dos años de prisión que
debía cumplir si reconocía los hechos y este, bajo el
argumento de “consultarle a su mujer”, emprendió la huída,
por lo que sobre él pesa una orden de busca y captura.
Testigos, acusados, policías y agentes judiciales repletaron
ayer las inmediaciones que comparten la sala de la Sección
VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta y los
Juzgados de lo Penal. Y entre tanto alboroto, un imputado
logró escapar de las instalaciones judiciales antes de ser
condenado por un delito de inmigración clandestina que le
imputaba la representante del Ministerio Fiscal en la
ciudad.
La historia comenzó a primeras horas de la mañana, cuando el
acusado estaba citado para el juicio en el que debía ocupar
el banquillo de los acusados de la Audiencia por un delito
contra el derecho de los ciudadanos extranjeros. La defensa
y la Fiscalía mantuvieron un diálogo por el que se le
ofrecía al procesado la pena de dos años de prisión si
reconocía los hechos que se le imputaban, lo que se conoce
como conformidad. Pero, justo en el momento en que el
acusado iba a conformarse antes de iniciar el juicio, los
magistrados le negaron la sustitución de la pena privativa
de libertad, por lo que debía cumplir los dos años íntegros
en prisión. Momento en el que el encausado, bajo el pretexto
de salir de la sala para “consultarle a su mujer”, emprendió
la huída y salió de las instalaciones judiciales sin que los
presentes se dieran cuenta hasta que se iba a reiniciar la
vista y, al llamarlo, nadie respondió. Fuentes cercanas al
caso aseguraron que el prófugo se había desplazado
precisamente a Ceuta desde el País Vasco, por lo que sobre
él pesa una orden de busca y captura. El juicio,
evidentemente, tuvo que ser suspendido durante la jornada de
ayer.
|