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OPINIÓN - MARTES, 27 DE SEPTIEMBRE DE 2011

 
OPINIÓN / ANÁLISIS

El comienzo de la Campaña : ¿Que puede
hacer Ceuta por España?


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

La reciprocidad es la clave y el sustantivo o punto de referencia de cualquier relación que pueda considerarse sana y productiva. Y en esta Campaña que se inicia con las pilas cargadas y los motores a punto se va a hablar de las aspiraciones de la Ciudad Autónoma y de las propuestas que nuestros candidatos presentarán ante el próximo Gobierno del Partido Popular de cara a que Ceuta, goce de todas las ventajas que nos corresponden por legítimo derecho ya que, dejando las peculiaridades a un lado, también representamos junto a Melilla un papel lleno de explícito simbolismo : ser escaparate y avanzadilla de la Unión Europea en el continente africano. Y esa acepción de símbolos patrios y comunitarios es normal que sea generosamente compensada desde un estricto sentido de la equidad y de la justicia. De hecho y como analista considero que las bonificaciones de la Seguridad Social recientemente aprobadas en Madrid tras arduas negociaciones en las que ha destacado los recalcitrantes que son los políticos de esta ciudad que , no es que jamás acepten un “no” por respuesta sino que, sencillamente, tienden a “ignorar” la respuesta cuando esta no se adecua a sus intereses y siguen insistiendo, inasequibles al desaliento y con la impertinencia que da el saberse en posesión de la razón, pues bien considero que esas bonificaciones se pueden afinar un poco más, porque nunca va a ser lo mismo el tratamiento que recibamos estando el socialismo en el poder que estando el Partido Popular “Primum inter pares”. ¿O es que nos vamos a conformar “ahora” con las mezquinas rebajas aprobadas?. Nunca podemos echar en el olvido el que a nivel Génova 13 las dos Ciudades Autónomas han sido un vivero de votantes acérrimos del PP y debemos por lo tanto dar la vuelta al aforismo “Roma no paga a traidores” porque en este supuesto el PP siempre ha tendo un gran sentido de lealtad hacia los leales. Por pura reciprocidad. De ahí que llevemos nuestras expectativas a los cables submarinos de la electricidad a los que solemos referirnos como si se tratara de un fenómeno ufológico, siempre con la impresión de que estamos ante un tema de ciencia-ficción y con alfileres, hasta que llegue un Ministro de Industria puro tecnócrata , es decir un ingeniero especializado en gaviotas de altos vuelos, haga el presupuesto y cumpla una de nuestras más queridas expectativas que es la de neutralizar los apagones y no tener que seguir cautivos de las capacidades de “Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio” que son, ténganlo por seguro, quienes van a reparar actualmente las averías. Ceuta es un inmenso proyecto emergente que ha de culminarse y nuestros parlamentarios tienen bien claro, diáfano diría yo, las necesidades que arrastra esta ciudad. Pero he hecho referencia a la reciprocidad como “condictio sine que non” para que la maquinaria funcione, porque no se trata de llevar nuestras reivindicaciones como bandera, pobre argumento sería de ser así, sino de ofrecer contraprestaciones y para ello contamos con las figuras de Paco Márquez, de Luz Elena y de Cucurull con sus respectivos equipos capaces de colaborar activamente con sus argumentos, ideas, proyectos, trabajos doctrinales y bien meditados silogismos y que serán capaces de sustentar de manera pragmatica los cimientos de la regeneración prometida comprometiendo para ello esfuerzo, disciplina, profesionalidad e inteligencia. Ceuta tiene mucho que ofrecer a España, desde el más profundo patriotismo a una lealtad sin fisuras, desde estar apoyando en primera línea los cambios que necesita el país a aportar la valía y los conocimientos de todos los ciudadanos capaces de comprometerse en la obra común que se avecina. Si hay que arrimar cemento y cargar ladrillos allí estaremos, si hay que hacer malabarismos con el derecho comparado no vamos a faltar, si hay que hacer horas “extra” en el laboratorio de ideas no nos importará sobrepasar la jornada laboral.

Ilusionante campaña la que se inicia donde se ha de hablar no de lo mucho que logrará Ceuta con el nuevo Gobierno de España sino de lo mucho que siempre logrará toda España con Ceuta.
 

¿Un café 1,80?


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

No hay excesivos “peros” a la Estación Marítima de Ceuta porque siempre se está remozando y en Navidad la decoran de pelicula con lo que demuestran la elegancia social de ser deferentes con los viajeros. Falta eso sí un buen quiosco de prensa que en todas las estaciones y aeropuertos lo hay, incluso en la cochambre estilo arquitectura “soviet” años sesenta de Algeciras aunque es tan lóbrego que prefieres enterarte de los sucesos por los comentarios de la gente en la fila de embarque antes que entrar allí a comprar un periódico. Bueno, en Ceuta hay que llevarlo comprado ¿Y es posible en pleno siglo XXI no poder comprar el Hola o BOE de la realeza en una estación? De AVE, de Talgo, de autobús, marítima o de aviones que sería un aeropuerto (¿Se van a echar las cuentas de los dineros gastados por el ZP en construir multimillonarios aeropuertos que acumulan multitudinarios pasajes de doce personas contando mal y pronto?) El periódico pase, pero el Hola es de primera necesidad para un público marujil que necesita desconectar y ahí me incluyo y considero convicta y confesa. ¡Que cutrez más ignominiosa! Y eso no lo compensa el que junto a la escalera mecánica de subida se instale un vendedor con una canasta llena de gloria bendita donde, necesariamente, hay que comprar al menos un euro de las mejores almendras garrapiñadas de la ciudad, crujientes, bien azucaradas y de un irresistible color rojo. Van en un cartucho de papel pero aconsejo meterlas en el bolsillo pasando de cartucho porque es más cómodo y hace que se soporte mejor la espera en el largo pasillo de embarque, suelo impóluto, cintas transportadoras que parecen no haber funcionado nunca, cristales impecablemente limpios y sin churretes ni chafarriones. Y el pasaje atendiendo pacientemente a que llegue el barco y desembarquen los recién llegados pero, como se han olvidado de poner los necesarios bancos o sillas hay que sentarse en el filo de la cinta transportadora ¿Y si el chisme echa a andar de manera improvisada por algún tema de poltergeist o fenómeno oculto? Pues se llevaría arrastrando a los viajeros ¿Y quien soporta tamaña aprensión? Razón tienen quienes viajan con maletas rígidas y las aprovechan como improvisado asiento. Porque las esperas no son cortas y encima no se puede comprar el Hola para pasar el tiempo enterándote de los últimos modeletes de la realeza o de a qué inauguración han ido esta semana los niños de Nati Abascal. Nada, por eso aconsejo comprar garrapiñadas y al menos corren los minutos entre mascar y crujir de dientes (ñam,ñam ¡que sabrosas! Pero con un punto de amargor, para muchos que se pasa con el colorante rojo). Pero embarcar embarcas, yo ayer en el barco de las doce treinta de acciona donde tuvieron la deferencia de ofrecernos un acercamiento a los rigores invernales con el aire acondicionado funcionando a toda leche. ¡Un frío! Me tuve que encomendar “Santos Serafines tened compasión de mí y que no me acometa una pulmonía, que voy de juicio” Acallada plegaria, que no callada, porque aquello era siberiano así que, como otros y después de llenarme de ansiedad los pormenorizados consejos del tío de la grabación para caso de naufragio, ya saben, siete pitidos cortos y uno largo, los chalecos salvavidas, la ropa de abrigo, quitarse los zapatos y todo el mundo acojonado por el mal vagío de tanto hablar de tragedias. ¡Un susto! Vuelvo a la temática inicial, como muchos me acerqué a la cafetería a tomarme un café. Calidad regular, vaso de plástico y un euros ochenta de precio, igualito que en locales medianos de Puerto Banús donde ves a gente guapa, estás sentada al sereno, pasan los coches, los catetos se hacen fotos junto a los coches. Y hay glamour y encima la cafetería no se mueve ni los camareros te hacen horrorosas admoniciones anticipadas de los planes de evacuación en caso de caerse el techo del local, vamos, que no te cortan el cuerpo para que te acucie la necesidad de tomar algo caliente para reconfortarte. ¡Y nos quejamos de los precios espanta-turistas del billete! ¡Pues no vean si al turista le entra o hambre o sed en el trayecto y encima en un barco lleno de imprevisiones donde no existe a mano una oficina de Unicaja para pedir una línea de crédito y poder pagar las consumiciones! Repito, las navieras nos tienen de rodillas, cautivos y con mala leche. ¿Llegará en esta Campaña Electoral el “Contra el abusón, intervención”? No hay más remedio, no queda otro remedio que abrir al público y al pueblo la autovía marina del Estrecho y modernizar el asunto. Ni Hola, ni asientos, ni una manta para paliar el helor del aire acondicionado y una cafetería cutre con precios del Ritz. Bueno, por lo menos al entrar saludan a los viajeros y debemos dar gracias al Altísimo de que no nos desembarcan pegándonos collejas.
 

 
OPINIÓN / SERPIENTE DE OTOÑO

Ceuta: Closed


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Ayer se vivió en Ceuta un nuevo domingo de “closed” total ¿Y es con esta política con la que se trata de atraer al turismo marroquí de capacidad adquisitiva? Lógico que si la ciudad arrastra la fama de convertirse en una especie de cementerio dominical no acuda nadie. ¿Para qué? Y podría decirse que hay un tipo de turismo que es el cultural que no viene a comprar sino a disfrutar espiritualmente del arte y de los hermosos paisajes de la ciudad, mirar en efecto es gratis y de hecho ayer visité el Desnarigado para aprovechar las ventajas de los week ends museísticos donde en ninguna ciudad se cobran las entradas. Y como servidora debieron pensar unos visitantes que parecían franceses y que se encontraban desolados ante el portón con sus coches matrícula de Marruecos aparcados en la entrada. Resulta que el museo del Desnarigado cierra precisamente los fines de semana que es decir los días en los que pueden realizar sus visitas los turistas, mientras que durante los días laborables es difícil que alguien tenga tiempo para acudir a los museos. De hecho si no tienen personal ni medios para mantener abierto el lugar a mí no me importa realizar mis trabajo y hacer mis tareas desde allí los sábados y domingos de todas formas no acostumbro a librar jamás los fines de semana por el tema de “la santificación por el trabajo y el cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano” y estar de guardesa de un museo frente a un paisaje maravilloso de rocas escarpadas y playas límpidas no es trabajo sino privilegio. ¡Y lo grande que se ve el cielo desde el Desnarigado! Hay tal solemne inmensidad en ese idílico entorno que no alcanzo a imaginar los motivos que llevan a los ciudadanos a remojarse en la atestada playa urbanita de la Rivera teniendo rincones paralelos a las calas de la abolengosa Costa Esmeralda de Córcega. ¡Cuan enorme desperdicio estético! Pero no por mi parte ya que me encuentro bien dispuesta a disfrutar y aprovechar los alardes paisajísticos de la naturaleza y dando gracias a Dios por ello.

Pero, bellezas naturales y horizontes brumosos a parte, lo del museo es una simple anécdota si consideramos el closed total de la ciudad y precisamente en los días en los que se puede aprovechar para visitar el centro comercial de Ceuta y materializar el slogan de “Ciudad de shopping”.
 

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