Tres años y cuatro meses de prisión y una multa de 4.868
euros fueron las penas solicitadas ayer por el representante
del Ministerio Fiscal para dos jóvenes a los que sentó en el
banquillo de los acusados por el delito contra la salud
pública que les imputaba, concretamente, poco más de 3 kilos
de hachís que la Guardia Civil intervino en un turismo
conducido por uno de los procesados, que culpó a su amigo y
este, al anterior.
Por su parte, las defensas pidieron la absolución de sus
clientes. Ambos coincidieron en afirmar que habían viajado
de Madrid a Marruecos por el puerto de Tánger el mismo día
pero en coches diferentes y que iban a regresar el mismo día
sólo que uno a pie y otro con el turismo. Motivo por el que
el fiscal abogó por una condena al entender que se habían
puesto de acuerdo. Sin embargo, el primer acusado manifestó
que su amigo había tenido el coche durante la estancia en el
país vecino “la mayor parte del tiempo” y que este le había
puesto la excusa de cruzar la frontera y el preembarque del
puerto a pie para sellar su pasaporte ante “problemas de
residencia”. Este, por su parte, negó saber nada de la droga
localizada por la Benemérita, que inculpó al otro.
“Reconoció que llevaba droga”, declaró un agente informando
que no hizo mención a nadie más.
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