Entre la mañana del viernes y la una de la tarde del sábado
un total de 11 menores extranjeros no acompañados lograron
acceder a Melilla de forma irregular, lo que sitúa la cifra
de acogidos en el Centro de la Purísima cerca de los 170
residentes, como explicó ayer la consejera de Bienestar
Social y Sanidad, Mª Antonia Garbín, que indicó que existe
en estos momentos un trasiego de altas y bajas que complica
el trabajo del personal y el funcionamiento del centro de
menores.
Dijo que los menores apostillan que acceden a la ciudad a
través de los pasos fronterizos.
La consejera de Bienestar Social y Sanidad, Mª Antonia
Garbín, confirmó ayer a este Diario que entre la mañana del
viernes y la una de la tarde de ayer sábado, se habían
producido un total de once nuevas entradas de menores
extranjeros no acompañados, todos de edades entre los 15 y
17 años, originarios de las localidades marroquíes cercanas
a Melilla.
Estas incorporaciones se suman a las entradas irregulares de
menores que se vienen produciendo en las últimas semanas y
que han llevado al Centro de Acogida de la Purísima,
prácticamente, a la saturación.
Explicó la responsable de Servicios Sociales que el Fuerte,
como consecuencia de que se reconvirtió uno de sus módulos
como centro de reforma provisional, sólo cuenta con 120
plazas, pero actualmente tienen alojados a cerca de 170
menores extranjeros no acompañados, lo que les ha obligado a
tener que acondicionar como dormitorios, algunos de los
espacios comunes. Señaló que si aún no se ha llegado a los
200 acogidos es porque “hay un gran trasiego de cifras,
porque en un mismo día podemos tener once entradas y después
cinco o seis salidas, es decir, que hay menores que aunque
los acogemos, cuando tienen sus horas de paseo salen y ya no
vuelven al centro”.
El trasiego de altas y bajas, según dijo, dificulta en sumo
grado el trabajo del personal de la Consejería, al tiempo de
complicar el funcionamiento normal de la institución
residencial.
Por otra parte, la consejera de Bienestar Social quiso salir
al paso del comunicado emitido por la UFP (Unión Federal de
Policía) para dejar paso que ella, en ningún momento ha
puesto en duda “la profesionalidad y buen hacer” de los
Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, en especial la de
aquellos funcionarios que desarrollan su labor en los
puestos y perímetro fronterizo, “porque sé que es un trabajo
duro y poco recompensado”.
Añadió que únicamente pidió al delegado del Gobierno que se
aclarase cómo era posible que estos menores pudieran acceder
a Melilla atravesando, como manifiestan los propios
afectados, por los puestos fronterizos. “Sólo le pedí que se
investigara este hecho para poder darle una solución
coordinada al problema, pero en ningún momento puse en duda
el trabajo de estos funcionarios, porque todos somos
conscientes de la magnífica labor que realizan. Siento que
se hayan podido malinterpretar mis palabras”, concluyó.
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