El texto final de la ponencia de estudio sobre las
especificidades de Ceuta y Melilla y su situación ante la
U.E. es el resultado de una apuesta decidida del Presidente
de la Ciudad Autónoma de Ceuta que puso en ello todo su
empeño para que se reconociese en las Cortes Generales de
España la singularidad de los dos ciudades autónomas pese al
escepticismo de algunos.
No es en modo alguno “un simple documento político” como
alguien ha dado en llamarlo; un documento político puede ser
un manifiesto o panfleto que emane de una agrupación
política incluso sin representatividad. El informe final de
esta ponencia es mucho más que eso al ser aprobado por todos
los grupos parlamentarios de las Cortes Generales de España
incluyendo a los grupos nacionalistas que han brindado todo
su apoyo para que Ceuta y Melilla tengan el status jurídico
político que les corresponde ante el Estado y ante las
instituciones de la U.E. Y será como no puede ser de otra
forma, la piedra angular en la que habrán de sostenerse las
medidas que en un futuro se adopten en el desarrollo de sus
conclusiones.
La regiones periféricas representan una realidad geográfica
y económica diferente al resto de las regiones europeas en
razón de su aislamiento del continente europeo, de su
reducida superficie, de la escasez de recursos naturales y
energéticos y de su elevada densidad demográfica, que como
condicionantes permanentes sumados a la fuerte presión
migratoria y a los costes adicionales de abastecimiento y de
comercialización, constituyen un importante freno para el
desarrollo, la competitividad y el empleo.
No obstante y como bien se ha dicho, las desventajas
estructurales derivadas de unos condiciones que les son
persistentes, “se han de convertir en oportunidades” que nos
permitan alcanzar la convergencia económica y social hacia
niveles comunitarios reduciendo, minimizando y compensando
los efectos negativos de su periferia. Y han sido los grupos
parlamentarios todos sin excepción, los que han reconocido
las singularidades de las dos ciudades autónomas dentro del
marco de la “PONENCIA DE ESTUDIO SOBRE LAS ESPECIFICIDADES
DE LAS CIUDADES DE CEUTA Y MELILLA Y SU SITUACION ANTE LA
U.E.” priorizándolas para que sean reconocidas y compensadas
de forma estable por el Estado y por las instituciones de la
U.E. de tal forma que nos permita seguir actuando en
igualdad de condiciones, derechos y oportunidades que el
resto de las regiones.
El Estado en el marco de las relaciones con la U.E. ha de
trasladar en su día y ante las instituciones de la U.E. las
conclusiones finales de esta ponencia, negociar y exigir el
tratamiento diferenciado y singular ya reconocido por todos
los grupos parlamentarios de ambas cámaras representados en
la COMISIÓN MIXTA PARA LA UNIÓN EUROPEA y consecuente a
ello, asegurar que en las perspectivas financieras
2014-2020, la financiación de las nuevas competencias que
asigna a la Unión Europea el Tratado de Lisboa y los
proyectos y acciones que se deriven de la estrategia 2020
como estrategia para un crecimiento inteligente, sostenible
e integrador, se pongan en marcha y se garantice a ambas
ciudades un status preferencial en “las dotaciones de los
fondos estructurales y en la normativa de ayudas de Estado
que garanticen la continuidad de los procesos actuales de
convergencia económica y social y la prestación de servicios
y suministros básicos en niveles de calidad y precios
iguales a los del resto de España” en razón de sus
especificidades y ser las dos únicas fronteras terrestres de
la U.E. con África.
Es necesario pues, abogar por una mayor flexibilidad en
materia de políticas de cohesión para que se diseñen e
introduzcan estrategias que compensen aquéllas regiones que
deben abandonar el Objetivo de Convergencia por haber
superado su renta per cápita el 75% de la media europea y
adaptar los criterios de reparto de los fondos de la
política de cohesión en coherencia con los objetivos de la
estrategia Europea 2020 dando mayor importancia al desempleo
e introduciendo otros factores para el reparto de fondos. Y
como no puede ser de otra forma, modular la distribución de
los recursos dentro del objetivo de competitividad teniendo
en cuenta el distinto nivel de desarrollo de las regiones.
Las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla hacen parte de la
U.E. desde el ingreso de España a la CE en 1986 y por ende,
difícilmente puede justificarse que sean los dos únicos
territorios españoles no representados en la principal
institución de la U.E. en el ámbito de la política regional
comunitaria si se entiende “la gobernanza multinivel como la
acción coordinada de la Unión, los Estados miembros y los
entes regionales y locales, basada en la asociación y
destinada a elaborar y aplicar las políticas de la U.E”. Y
no lo están, por falta de voluntad política del Gobierno
Central incapaz de velar y defender el derecho de ambas
regiones a participar en el proceso de integración europea
al igual que lo hacen las 95.000 entidades territoriales que
ostentan poderes de primer orden en sectores claves como la
educación, el medio ambiente, el desarrollo económico, los
transportes, los servicios públicos y las políticas sociales
etc coadyuvando en los distintos campos y entre los
distintos niveles de poderes a la integración europea
reforzando la eficacia de la acción comunitaria para que sin
exclusión, llegue a todas sus regiones. Y precisamente será
el “informe” final de la ponencia, el instrumento más eficaz
para que ambas ciudades dentro de la responsabilidad
compartida entre los diversos niveles de poder, participen
en la elaboración y aplicación de las políticas de la U.E.
una vez ocupen el lugar que les corresponden en el Comité de
las Regiones.
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