El helicóptero sanitario del Ingesa cumplió el pasado 9 de
septiembre un año, un servicio que ha dado al área sanitaria
de Ceuta rapidez e inmediatez en las evacuaciones, cuyo
proceso desde que el médico lo determina hasta que llega al
centro de acogida, no dura más de una hora. Desde su puesta
en marcha, el servicio de transporte sanitario aéreo ha
evacuado a 87 pacientes, de los cuales un 85% han sido al
Hospital Puerta del Mar, en Cádiz. En cada viaje acompañan
al paciente, un médico, un enfermero, un piloto y un
copiloto. El contrato del Ingesa con INAER tiene un coste de
2.200.000 euros y una duración de tres años.
“Los pacientes que están en estado crítico y necesitan un
traslado urgente tienen garantizado un helicóptero
sanitario, así como si surge un traslado por la noche,
cuando no hay barco”, explica el doctor Francisco Lázaro
Durán, responsable del servicio de Urgencias del Hospital
Universitario de Ceuta y encargado de las evacuaciones.
El 9 de septiembre de 2010, el delegado del Gobierno, José
Fernández Chacón, y el director territorial del Ingesa
(Instituto Nacional de Gestión Sanitaria), Jesús Lopera,
presentaron un nuevo servicio: un helicóptero sanitario, con
el cual cambiaría por completo el servicio de evacuaciones
del Área Sanitaria en Ceuta. “El hecho de que esté
disponible las 24 horas es la principal ventaja; antes
cuando surgía una urgencia, avisábamos e igual estaba en
Cádiz, por lo que había que esperar a que regresase”, apunta
el médico.
A lo largo de este año recién cumplido, este helicóptero ha
prestado 87 servicios. En todo traslado debe viajar un
médico, un enfermero, el piloto y el copiloto. “Es
importante el peso -la carga máxima permitida son 1.835
kilos-; esa es la razón, además de por el espacio, de que no
puedan viajar acompañantes del paciente”, apuntan los
responsables del vuelo, los comandantes Carlos Loshuertos
Gómez y Andrés Hernández, el copiloto Gustavo Calderón, y el
técnico de mantenimiento, José Luis Caro.
El helicóptero del Ingesa es un ‘Eurocopter EC-135’, “uno de
los mejores que existen para estos servicios”, apunta el
comandante, quien agrega que tiene “tres horas de autonomía”
y que está equipado de tal modo que puede volar aunque no
haya ninguna visibilidad, y aterrizar en el mar.
Hospital de referencia
El Hospital Puerta del Mar, en Cádiz, es el centro de
referencia. “A él se realizan el 85% de los traslados””,
explica el doctor, quien matiza que en el caso de quemados
es el Virgen de Rocío, en Sevilla, a donde se han trasladado
el 9,09% de los pacientes evacuados. Al igual que en cirugía
cardiotorácica es el Reina Sofía, en Córdoba. En cuanto a
transplantes, después del centro de Cádiz, la segunda opción
es el Carlos Haya, en Málaga. En lo referente a las áreas a
las que los pacientes son trasladados, un 30,9% y un 27,27%
se evacuan a Pediatría y a Obstetricia respectivamente, ante
la necesidad de que recién nacidos y niños necesiten
ingresar en una UCI neonatal o pediátrica. Por otro lado, el
21,81% de los traslados son destinados un servicio de
neurocirugía. El resto de los casos son: trauma, un 5,45%;
hemodinámica, un 3,63%; quemados, un 3,63%; cirugía toráxica,
un 3’63%; neurología, un 1’81%, y cirugía cardiovascular
también un 1’81 %.
La evacuación en helicóptero comienza por determinación del
especialista -“Cuando este decide que su paciente necesita
un tratamiento más especializado en otro centro, contacta
con el hospital para confirmar la posibilidad de ejecutar el
traslado, y una vez aceptado, el facultativo nos avisa al
equipo de evacuaciones de guardia, quienes nos encargamos de
continuar con el proceso”, explica el doctor Lázaro-; el
traslado posterior hasta el helicóptero se realiza desde el
Hospital, en donde el paciente es equipado con todo lo que
pudiera necesitar durante el vuelo. Aún así, la aeronave
está equipado con camilla, instalación de oxígeno, bomba de
infusión y perfusión, medicación y material fungible, entre
otros aparatos. Además, su carrozado permite utilizar en el
interior equipos médicos que son aportados por el Hospital
Universitario y que podría, si fuera necesario, prestar la
asistencia sanitaria urgente que precise el paciente. Una
vez en el helipuerto, el paciente es introducido por la
parte trasera de la aeronave. Todo este proceso, hasta
llegar al centro que lo acoge, “no dura más de una hora”.
El helicóptero contratado a INAER dispone de una planta
motriz biturbina, con una potencia de 600 CV y una velocidad
de crucero de 145 nudos. La vigencia del contrato con la
empresa -adjudicado con un coste de 2.200.000 euros-es de
tres años prorrogables por otros tres y tienen contratado un
máximo de 90 desplazamientos.
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