Trabajar sin tener una titulación que acredite la
cualificación pese a acumular años de experiencia es un
hecho llamado a la desaparición. Hace dos años fue aprobado
un Real Decreto en virtud de leyes europeas por las cuales
es necesario que los empleados cuenten con títulos que
certifiquen que están capacitados para desempeñar su puesto
de trabajo. Poco a poco, esta normativa se está empezando a
aplicar en el mundo laboral, lo que obliga a los
trabajadores sin formación a llevar a cabo un proceso
administrativo para convalidar su experiencia profesional y
convertirla en un título oficial. Las incógnitas que tienen
la mayoría de trabajadores sobre este procedimiento de
acreditación profesional han llevado al sindicato
UGT-Melilla a organizar unas jornadas específicas que
tuvieron lugar ayer en el Palacio de Exposiciones y
Congresos (PEC) con un importante éxito de participación,
pues sólo había un centenar de plazas y se consiguió
duplicar el número de solicitudes de inscripción. En la
apertura de la II Jornada de Promoción y Difusión de la
Formación Profesional para el Empleo, la secretaria de
Organización de UGT-Melilla, Concha López Carrillo, animó
ayer a los trabajadores y población en general que no
cuenten con la acreditación profesional a que lleven a cabo
un proceso de cualificación, ya que “de ello dependen las
posibilidades de inserción y mejora en un futuro” y, además,
es obligatorio para las profesiones reguladas.
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