Reza un viejo adagio que los pueblos deben aprender de su
historia a fin de no repetir los mismos errores. En el año
1996 la situación de España era realmente preocupante: las
continuas devaluaciones de los últimos años habían acabado
por parecer el único recurso para conseguir salvar una
economía herida de muerte, la sensación de fin de ciclo
amenazaba con atenazar y quebrar la ilusión de futuro,
millones de familias perdían la esperanza de conseguir un
puesto de trabajo y con ello poner rumbo a sus vidas, la
cohesión social se resquebrajaba…..En 1996, como hoy, el
PSOE tiraba la toalla, creía que era imposible crear empleo
y acabar con el paro, reducir el déficit sin hacer recortes
sociales, que España creciera sin subir los impuestos…De
nuevo se desempolvaban los antiguos estereotipos de ricos
contra pobres y de que había que ahogar a los empresarios
para que (injustamente) pagaran sus pecados…. Europa
mientras tanto, caminaba ya a otro ritmo.
A partir de 1996, el PP demostró con hechos que era posible,
que era factible el objetivo de crear millones de puestos de
trabajo y reducir la tasa de paro a la mitad. Acabar con el
déficit y conseguir el superávit de las cuentas públicas sin
verdaderos recortes sociales y bajando los impuestos. Crecer
por encima del 3% bajando los impuestos y entrando en el
euro. Ese milagro económico lo consiguieron los gobiernos de
José María Aznar con inteligencia, dedicación, sacrificio y
acierto.
Hoy, en septiembre de 2011, cuando las políticas de Zapatero
y de Rubalcaba, las políticas del PSOE, amenazan con acabar
hasta con las ultimas esperanzas de los españoles, cuando el
final de estos ocho “años-ZP” de mentiras, bandazos,
rectificaciones e improvisaciones han llevado a España a una
situación límite imposible de recordar en nuestra historia,
hoy hay que decirles a los españoles que un cambio es
posible, que no se resignen, que somos una gran nación, que
juntos podemos y que pueden contar para ello con el Partido
Popular.
Creemos en los españoles, creemos en los emprendedores,
creemos que el Estado, la Administración no puede hacer nada
sin ellos. Por eso el Partido Popular se ha comprometido a
ayudar a las empresas a crear empleo con estímulos fiscales.
Las empresas que reinviertan sus beneficios tributarán
menos: los beneficios destinados a modernizar la propia
actividad empresarial se bonificarán diez puntos. Además se
fomentará que el capital invertido se reutilice en la
modernización de la propia actividad empresarial y las
empresas no tributarán por las plusvalías que obtengan en la
venta de sus activos fijos cuando las reinviertan.
Nuestro país necesita una profunda reforma tributaria que
incentive la creación de empleo, la inversión y el ahorro:
que se amplíen las bases de recaudación, ayudando a la
generación de empleo e incentivando la actividad económica.
Nuestra prioridad es favorecer a los que promuevan el
crecimiento económico y por tanto creen puestos de trabajo,
y para ello es imprescindible facilitar el acceso a la
financiación a emprendedores, autónomos y sociedades.
Todo esto se puede hacer. En el Partido Popular tenemos las
personas preparadas para ello, tenemos las ideas realistas
para ser puestas en marcha, tenemos la confianza y tenemos
la ilusión. Se puede.
Decía nuestro (aún) presidente del Gobierno, el sr. Zapatero
que sus aspiraciones ya solo pasaban por “supervisar el paso
de las nubes desde una hamaca”…. ¡cuánto mejor estaríamos
todos los españoles si solo a eso se hubiera dedicado en los
últimos 8 años!
|